Desde 1985 que todos los 16 de septiembre se celebra el Día Internacional para la Preservación de la Capa de Ozono. Esta tradición comenzó luego de que, justamente aquel día, se descubriera el agujero de la capa de ozono en la Antártida. El objetivo de esta conmemoración es el de mantener la conciencia del impacto humano sobre el medio ambiente. Desde el momento de su descubrimiento, el agujero es vigilado y analizado en cada primavera austral.
Este año, el Servicio de Vigilancia Atmosférica de Copernicus (CAMS, por sus siglas en inglés), dijo que el hueco de la capa de ozono ha crecido considerablemente en la última semana luego de haberse mantenido estable al principio. “Los pronósticos muestran que el agujero de este año se ha convertido en uno bastante más grande de lo habitual”, dijo Vincent-Henri Peuch, director del servicio de vigilancia por satélite de la Unión Europea, “Estamos ante un agujero de ozono bastante grande y potencialmente también profundo”, agregó.
Peuch también contó que el año pasado el agujero también comenzó de forma normal, pero luego se transformó en uno de los más duraderos de los que se tenga registro.
En 1987, dos años luego del descubrimiento del orificio, se firmó el Protocolo de Montreal que prohibió una serie de químicos conocidos como halocarburos, que eran los apuntados por la exacerbación anual del agujero en la capa de ozono. Según los expertos, recién para la década de 2060 se puede esperar que las sustancias que agotan la capa de ozono sean eliminadas por completo. Y esto depende exclusivamente del compromiso que se tome con la reducción, y la posterior eliminación, de la emisión de gases y sustancias que dañan la atmósfera.
Cómo trabaja el CAMS:
El centro de investigación vigila el nivel de ozono en la atmósfera y la radiación ultravioleta que atraviesa la capa de ozono y que rebota contra la superficie de la tierra; y sobre todo el impacto de estos. A través de sus registros analizan tendencias pasadas y ofrecen una instantánea de la situación actual. Luego, pronostican las concentraciones de ozono para los próximos días y, en base a esto, definen la investigación, el seguimiento de las políticas y la información que se le da al público.
Todos los años el agujero se profundiza y la capa de ozono se vuelve más y más fina. Y las implicancias de esto no son teóricas, afectan a miles de vidas en todo el mundo; y ese número solo va en aumento. Hace falta mirar lo que está ocurriendo en este momento en distintas partes de Estados Unidos y de Europa: incendios forestales incontrolables que se llevan vidas humanas -ni hablar de la vida animal- y obligan a miles de personas a evacuar sus ciudades y sus casas perdiendo todas sus pertenencias. De nuevo, estas consecuencias son solo el principio, ya que todo parece indicar que esta situación no hará más que agravarse en los próximos años.
Es por esto que la información que proporciona el CAMS, que está basada en observaciones in situ y por satélite y en modelos detallados de la atmósfera, es muy importante.
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