El sábado 11 de setiembre, al promediar las 6:40 a.m., en el Centro de Reclusión de Máxima Seguridad de la Base Naval del Callao, debido a complicaciones en su estado de salud, murió a los 86 años Abimael Guzmán, cabecilla del grupo terrorista Sendero Luminoso, que fue responsable de al menos el 54% de los muertos y desaparecidos (de un total de 69 mil vidas humanas entre 1980 al 2000), según la Comisión de la Verdad y Reconciliación.
Sin embargo, las noticias más recientes sobre la salud del líder terrorista son de julio de este año. Según el semanario Hildebrandt y sus trece, Guzmán comenzó a sentirse más desde el sábado 17 de julio. Indican que hasta entonces comía poco y había bajado de peso.
El lunes 19 de julio, fue examinado por un médico del Hospital de la Base Naval quien ordenó su hospitalización, pero Guzmán se negó a dejar su celda en reiteradas ocasiones.
“Está depresivo, muy flaco y viejo, pero totalmente lúcido”, contó una de las enfermeras que estuvo cerca a Abimael Guzmán, según cita el mencionado semanario. Otra testigo aseguró que Guzmán había dicho que “ya había vivido todo y que pase lo que tenga que pasar”.
“Nunca lo habíamos visto así”, señaló otra de las fuentes convocadas al Centro de Reclusión de la Base Naval del Callao para ver la salud del cabecilla senderista.
El semanario señaló aquella vez que su abogado, Sebastián Chávez, quiso convencerlo para llevarlo a un hospital y que se atendiera ahí, pero que Guzmán les dijo: “Acá estoy bien atendido, no hace falta, ya me siento mejor”
Guzmán se dejó examinar en su celda y le colocaron suero intravenoso. El semanario añade que el reporte médico indicaba que padecía anemia y shock séptico por infección urinaria y se recomendaba hospitalización inmediata.
Incluso señalan que las autoridades pusieron en contacto telefónico a Guzmán con su esposa, Elena Iparraguirre, para que ella lo convenza de ser llevado a un hospital. La también conocida como ‘Camarada Miriam’, y que está en la cárcel por terrorismo, le rogó para que se deje ser llevado a un centro de salud y le contó que había comprado unos libros para él y que debía estar sano para poder leerlos. “Le dijo además que ya se le había escrito al (entonces) presidente Sagasti para que le permitiera ir a verlo y que volvieran a estar juntos”, señala el semanario.
“Me siento mejor, acá me están evaluando. Estoy recibiendo medicinas, en dos días ya estaré bien”, habría respondido el líder de Sendero Luminoso.
Traslado al hospital de Abimael Guzmán
El miércoles 21 de julio, el Comité Técnico del Centro de Reclusión de Máxima Seguridad de la Base Naval del Callao (Cerec) confirmó la atención médica que Guzmán había recibido el 19 de julio a cargo del Ministerio de Salud.
“Guzmán Reinoso recibió nueva atención médica especializada en geriatría a cargo de personal del Ministerio de Salud, (...) y concluyó en la necesidad de trasladar al interno a un nosocomio (...). Pese a ello, y a la visita del Comité Internacional de la Cruz Roja y a la exhortación realizada por la Defensoría del Pueblo, el interno se rehusó nuevamente a ser trasladado”, señalaron en un comunicado.
Añadieron que recién el 20 de julio, luego de recibir la visita de su abogado, el interno fue trasladado de forma voluntaria y en una ambulancia del SAMU a un hospital cercano.
Abimael Guzmán regresó a la Base Naval y no se hicieron públicas más noticias sobre su estado de salud hasta que el sábado 11 de setiembre las autoridades informaron sobre su fallecimiento.
El Ministerio Público informó luego, que Manuel Rubén Abimael Guzmán Reinoso murió por una neumonía bilateral causada por un agente patológico y que su cuerpo recibirá el tratamiento que dispone la normativa vigente conforme a la Ley General de Salud y el Código Procesal Penal, las que establecen que los restos deberán ser entregado a los familiares directos debidamente acreditados.
SEGUIR LEYENDO: