El Gobierno uruguayo de Luis Lacalle Pou designó a un nuevo canciller en reemplazo de Ernesto Talvi. Se trata de Francisco Bustillo, ex embajador en Argentina durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, quien forjó a lo largo de más de 10 años un estrecho vínculo de amistad con el presidente Alberto Fernández.
Más de 30 años de carrera diplomática avalan su designación al frente del Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Oriental del Uruguay, cargo en el cual tomará posesión la semana próxima. Según medios del país vecino, la elección de Bustillo apuntará a fortalecer aún más la “diplomacia presidencial” que practica el mandatario uruguayo.
En lo que respecta a la relación con Argentina, cabe destacar la buena sintonía que mantiene el flamante canciller con Alberto Fernández, a quien conoció en su paso como emisario del Uruguay cuando el actual presidente se desempeñaba como Jefe de Gabinete de Néstor Kirchner.
Francisco Bustillo fue designado como embajador en Argentina en 2005, cargo en el que estuvo hasta el 2010 durante el primer mandato de Cristina Kirchner. Si bien su llegada se dio en un momento en el que ambos países mantenían una tensa relación por la instalación de la pastera Botnia, sirvió para forjar una relación con el actual Jefe de Estado argentino que perdura en la actualidad tras más de 10 años.
El conflicto por la instalación de dos plantas de pasta de celulosa, llevó a que Tabaré Vázquez encomendase a Bustillo limar las asperezas con el gobierno de Kirchner. Dado que hasta el 2008, Alberto Fernández fue jefe de Gabinete, ambos se vieron obligados a mantener extensas reuniones y duras negociaciones para encontrarle salida al conflicto. Si bien el ex funcionario del kirchnerismo, como vocero oficial argentino en contra de la pastera, fue muy crítico con Tabaré Vázquez, el año pasado en plena campaña electoral consideró que “Argentina olvidó esa disputa”. “Siempre lamenté ese episodio porque nos terminó distanciando de un país en el que tengo muchos amigos y mucha gente querida”, rectificó.
En 2019, luego de haber ganado las elecciones Primarias por amplio margen ante Mauricio Macri -ya consolidado como candidato del Frente de Todos-, Fernández viajó a España donde fue invitado en carácter de profesor universitario para exponer en el Máster de Comunicación Política de la Universidad Camilo José Cela, y luego, ya en carácter de principal aspirante a la presidencia, fue recibido en el Palacio de la Moncloa por el mandatario español, Pedro Sánchez.
Más allá del contexto de su breve travesía, no solo fue recibido en el aeropuerto de Barajas por Francisco Bustillo, sino que el embajador uruguayo en España ofició de anfitrión de Fernández y de su esposa, la actual primera dama Fabiola Yáñez, en la exclusiva residencia ubicada en el barrio La Florida, donde hablaron de la política de sus respectivos países y los desafíos que se avecinaban en un contexto mundial que ni imaginaba la llegada de una pandemia que agudizaría las crisis económicas.
Albergar a Fernández le generó críticas a Bustillo a nivel político en su país. Si bien acusaron que el gesto con el principal candidato podría haber sido interpretado como un acto de injerencia en los asuntos argentinos por parte del por entonces gobierno de Macri, el embajador uruguayo había consultado si podía ser anfitrión en calidad de “amigo”.
El argentino le devolvió el gesto cuando no solo invitó a Bustillo a su asunción como presidente, sino que lo recibió junto a su esposa en la Quinta de Olivos donde pasaron la noche previa al acto oficial. En aquella oportunidad analizó que con Fernández y Lacalle Pou “está todo dado para que la relación sea muy buena”.
En declaraciones al medio uruguayo, Telemundo había manifestado que la amistad con el mandatario argentino “se fue forjando con el tiempo”. “Nos conocimos, por esas cosas increíbles, en tiempos muy duros para los dos países. De esa relación primero se gestó un gran respeto mutuo y ese respeto derivó después en una muy linda amistad”.
Diplomático de carrera
Con 60 años, Francisco Bustillo ejerció más de la mitad de su vida en cargos diplomáticos. Ingresó por concurso de méritos a la Cancillería de Uruguay el 1 de enero de 1986. Fue Director de Asuntos Institucionales y de Asuntos Económicos Bilaterales; en medio del conflicto por Botnia fue embajador en Argentina entre 2005 y 2010. En 2012, tras un breve paso por la Comisión Administradora del Río de la Plata, fue designado al frente de la embajada uruguaya en España donde se encuentra actualmente hasta que regrese a Uruguay para asumir como flamante Ministro de Relaciones Exteriores.
La semana pasada, el canciller saliente, Ernesto Talvi, sin dar mayores precisiones había adelantado que Lacalle Pou ya había designado a su sucesor. Antes de renunciar a su cargo, presentó unos lineamientos diplomáticos centrados en gestiones económicas y comerciales. El diplomático planteó que las metas del país son abrir mercados a productos y servicios uruguayos, y atraer inversiones con el objetivo de generar empleo de calidad.
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