Italia es, hasta el momento, el país más golpeado en el mundo por la pandemia del coronavirus, con casi 16 mil muertos y 129 mil personas contagiadas. Ante este panorama desolador, Gianfilippo Banchieri, alcalde de Delia, grabó un video en el que enojado y frustrado pide a los 4.000 habitantes del pequeño pueblo siciliano que por favor respeten la cuarentena para evitar así la propagación del virus.
Bianchieri cuestiona el comportamiento de los ciudadanos del pueblo, quienes publican carteles en redes sociales con el mensaje de “todo va a estar bien”.
“Cómo va estar todo bien si seguimos saliendo todos los días a hacer las compras”, comienza diciendo el alcalde, y agrega que la recomendación es cada 10 días hacer compras. También señala a quienes salen todo los días a comprar cigarrillos y quienes cargan sus autos con gasolina.
"¿De qué sirve la gasolina si tienen que quedarse en casa?, pregunta Bianchieri, visiblemente enojado. Además critica a las personas que contratan a un peluquero para que vaya a las casas a cortarles el pelo.
“¿Para qué sirve arreglarse el pelo en este momento? ¿Me lo pueden explicar?”, pregunta.
Bianchiere también dice que, desde que comenzó la cuaretena, mucha gente lo llama para invitarlo a correr porque están estresados. Sin embargo, afirma que él corre hace unos 30 años y que ahora a todo el pueblo se le da por ser deportista.
“Todos los que quieren correr, ¿adónde van a hacerlo? La última vez que hicieron una carrera fue en la escuela primara”, dice. “¿Podemos ponernos serios?”, agrega.
También critica a quienes van a otros pueblos a hacer compras innecesarias, como algunas personas que compran galletas para sus perros. “¿A esto le llamamos seriedad?”, pregunta enojado.
Y con la gente que invita a otros vecinos a almorzar a sus hogares se mostró furioso. “¿Desde cuándo fuimos tan buenos vecinos en Delia?”, pregunta.
“¿En serio tienen alguna neurona en la cabeza? ¿Hay alguna neurona o todas están apagadas?”, pregunta.
El alcalde aseguró que día a día arriesga su vida junto con médicos, enfermeras y voluntarios para evitar la propagación del coronavirus. Por esta razón le enoja que las personas no acaten la cuarentena.
“Es justo que el que se equivoca deba ser sancionado y denunciado”, finaliza.
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