La Misión de Observación Electoral de la Organización de los Estados Americanos (OEA) en Bolivia ha condenado este miércoles los actos de violencia en el país y ha hecho un llamado urgente a la calma.
“La violencia no tiene lugar en democracia, por eso la Misión exhorta a todos los actores políticos y sociales, así como a la ciudadanía en general, a esperar con serenidad y en un ambiente pacífico los resultados de la auditoría que lleva a cabo un equipo técnico de la Secretaría General de la OEA”, ha aseverado la organización en un comunicado.
En ese sentido, la Misión constata con gran preocupación “la abundante información falsa que circula en las redes sociales, incluida aquella que busca dañar la reputación de la auditoría y sus técnicos”.
Así, los observadores han señalado que “permanecerán en terreno hasta que concluya el análisis de integridad electoral sobre los comicios del pasado 20 de octubre que efectúa el equipo técnico, que actualmente está recibiendo y analizando información de distintas fuentes”.
AL MENOS TRES MUERTOS DESDE EL INICIO DE LAS PROTESTAS
Los enfrentamientos registrados este mismo miércoles entre simpatizantes y detractores del presidente de Bolivia, Evo Morales, en la ciudad de Cochabamba se han saldado hasta el momento con al menos un muerto y más de 50 heridos.
Limbert Guzmán, de 20 años, ha fallecido en el Hospital Clínico Viedma de Cochabamba tras haber sufrido un paro cardiorrespiratorio resultado de los enfrentamientos en Quillacollo.
El informe del centro de salud señala que el paciente llegó con un cuadro de traumatismo cráneoencefálico grave, fractura de base de cráneo y muerte cerebral. Poco después sufrió un paro cardiorrespiratorio, por lo que se le practicaron maniobras de reanimación durante más de 20 minutos.
La muerte de Guzmán es la tercera registrada en el marco de la crisis política que atraviesa el país desde el pasado 20 de octubre. Anteriormente fallecieron Mario Salvatierra, de 60 años, y Marcelo Terrazas, en Montero el pasado 30 de octubre.
Las protestas en Bolivia estallaron la misma noche de las elecciones presidenciales por la suspensión repentina de la transmisión de los resultados oficiales justo cuando obligaban a una segunda vuelta entre Morales y el candidato opositor Carlos Mesa.
Cuando se retomó, casi 24 horas después, concedían la victoria en primera vuelta a Morales, por lo que Mesa ha denunciado un “fraude gigantesco”. Ambos llamaron a la movilización de los suyos, lo que ha derivado en disturbios. Al menos dos personas han muerto y más de 190 han sido detenidas en estas dos semanas.
En este contexto, Morales ha accedido a que la OEA, apoyada por países como España, México o Perú, realice una auditoría electoral de carácter vinculante. Mesa, en cambio, no la acepta porque dice que es fruto de un acuerdo unilateral entre el Gobierno y el bloque hemisférico sin tener en cuenta a la oposición.
(Con información de Europa Press)
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