El ministro de Defensa de Chile, Alberto Espina, anunció que desplegará en la madrugada de este domingo a 1.500 efectivos militares más para controlar la situación de disturbios violentos que vive la ciudad desde el viernes.
Con este incremento, serán un total de 9.441 integrantes de las Fuerzas Armadas los que están desplegados en la Región Metropolitana para la salvaguardar de los desmanes algunos lugares estratégicos así como para sumarse al patrullaje.
“Los niveles de violencia y saqueos han llegado a extremos que difícilmente hemos visto antes en nuestro país. Por eso se aumentaran en 1.500 los integrantes del Ejército de Chile a contar en esta madrugada”, dijo a la prensa Espina, acompañado por el ministro del Interior, Andrés Chadwick; y la intendenta de la Región Metropolitana, Karla Rubilar.
El titular de Defensa explicó que los efectivos militares se encuentran protegiendo "43 instalaciones de infraestructura crítica para que no se interrumpan los suministros de agua ni luz eléctrica, ni se violenten las plantas de combustible y gas.
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— Cuerpo de Bomberos de Santiago (@cbsantiago) October 20, 2019
Por su parte, el ministro Chadwick dijo que el país se encuentra ante una acción vandalismo que no habían conocido ni visto nunca antes de esta manera, pero “se han tomado y se seguirán tomando” todas las medidas necesarias para poder tomar el control del orden público.
Unas horas antes, el jefe del Ejército Javier Iturriaga anunciaba la implementación del toque de queda total en todo Santiago, que rige desde las 22 horas hasta las 7 de la mañana, ante la persistencia de las protestas masivas motivadas por un alza de las tarifas del Metro. Horas más tarde, el Ejército ordenó también la medida para toda la región de Valparaíso.
“Teniendo muy en cuenta la obligación legal que tenemos de proteger a las personas y sus bienes he tomado la decisión de decretar la suspensión de libertades personales de movimiento a través de un toque de queda total en las provincias de Santiago, Chacabuco y las comunas de Puente Alto y San Bernardo”, sostuvo Iturriaga pasadas las 19:30, hora local.
Y agregó: “La restricción de libertades establece que las personas deben estar en sus hogares y lo que lo necesiten deben pedir salvoconducto. Este documento los faculta para desplazarse y es el que será solicitado por la vía pública. El control lo hacen Carabineros y la PDI”.
La vigencia de la medida será “evaluada de forma periódica y oportunamente notificada a la opinión pública”, agregó el general durante la ronda de prensa.
El Gobierno también declaró el Estado de Excepción de Emergencia en Valparaíso y Concepción. Según informó el intendente de la Región de Valparaíso, Jorge Martínez, la medida excluye a Isla de Pascua y a la comuna de Juan Fernández, con una duración de 15 días. Asimismo, fue designado como Jefe de Defensa Nacional de la zona, el contralmirante Juan Andrés De La Maza Larraínm cuya primera acción fue ordenar el toque de queda. En el caso de la Provincia de Concepción, el intendente Sergio Giacaman informó que fue designando como Jefe de la Defensa Nacional el contralmirante Carlos Huber.
La ola de protestas desatada por una suba en los boletos del servicio del Metro de Santiago se ha ampliado y radicalizado en los últimos días obligando al presidente Sebastián Piñera a dar marcha atrás con el aumento para calmar los ánimos.
El toque de queda puede ser decretado en el marco de un estado de excepción constitucional como el Estado de Emergencia.
En la conferencia de prensa ofrecida por la tarde, el mandatario había dejado en manos del general Javier Iturriaga, jefe de la Defensa nacional, a cargo del estado la aplicación de un toque de queda. El general Iturriaga "tiene la facultad de decretar un toque de queda si fuera necesario”, dijo Piñera.
Además, el presidente anunció la suspensión del alza de los pasajes del metro de Santiago, según él hasta lograr un acuerdo que proteja a los ciudadanos del impacto de los aumentos drásticos del dólar en la fijación de tarifas. “He escuchado con humildad la voz de mis compatriotas, y no tendré miedo en seguir escuchando. Vamos a suspender el alza de los pasajes del Metro, lo que requerirá la aprobación de una ley”, dijo.
Con este anuncio, Piñera suspendió el alza de 800 a 830 pesos (el equivalente unos 1,17 dólares).
“La primera prioridad de nuestro Gobierno es asegurar el orden público. Todos los ciudadanos tienen derecho a manifestarse pacíficamente. Pero nadie tiene derecho a actuar con la violencia brutal de los que han incendiado 78 estaciones de metro”, se quejó Piñera.
Una sola vez se había aplicado el toque de queda desde la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990). Fue en el 2010, en el contexto de los saqueos desatados tras el terremoto en la ciudad de Concepción. Sin embargo, es la primera vez desde fines de los ochenta que se toma una medida de estas características debido a los desórdenes públicos.
La de esta semana fue definida por especialistas y académicos como la peor crisis del segundo periodo de gobierno de Piñera. Reflejo de eso es que, pese a la presencia militar, miles de chilenos iniciaran un caceroleo generalizado al mediodía que continuó con manifestaciones, barricadas encendidas, nuevos ataques a estaciones del subterráneo, y saqueos a farmacias y a supermercados. La policía reprimió con gases lacrimógenos.
Ante los nuevos disturbios, el servicio de los autobuses de transporte público fue suspendido y de momento sólo aquellos que cuentan con vehículos pueden movilizarse.
Durante decenas de manifestante rodearon las tanquetas y algunos les enrostraron a los efectivos militares fotografías de detenidos desaparecidos durante la pasada dictadura. “Nos cansamos, ya fue suficiente. Nos cansamos de que nos metan el dedo en la boca y que los políticos hagan lo que lo que quieren y viven de espalda a toda la realidad”, alegó Javiera Alarcón, socióloga, de 29 años, que protestaba en el frontis del palacio presidencial, cercado por un fuerte contingente de policías y el tránsito de tanquetas militares.
“La decisión de Piñera de movilizar a los militares en Chile, en un país que vivió 17 años una dictadura represiva, es muy preocupante y podría aún más desestabilizar la situación (en el país)”, indicó a AP la académica Jennifer Pribble, del Departamento de Ciencias Políticas de la Universidad de Richmond, en Estados Unidos.
El general inspector de Carabineros, Mauricio Rodríguez, ofreció el sábado un nuevo balance de los disturbios, contabilizando 308 personas detenidas, 156 carabineros lesionados, 5 de ellos con lesiones graves, 49 vehículos policiales dañados, 11 denuncias de civiles lesionados y 41 estaciones de metro vandalizadas.
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