Los policías retenidos por indígenas en Ecuador fueron forzados a cargar el féretro de un manifestante que murió durante las protestas

Ocho agentes del Grupo de Operaciones Motorizadas y dos supuestos infiltrados de las fuerzas de seguridad fueron tomados de rehenes en la Casa de la Cultura, en el centro de Quito, por parte de los indígenas movilizados contra el gobierno de Lenín Moreno

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Policías retenidos cargan el féretro del manifestante indígena muerto en choques con la Policía

Los indígenas de Ecuador dieron este jueves un nuevo giro de tuerca para que el presidente Lenín Moreno atienda sus reclamos, con la retención de ocho policías y dos supuestos infiltrados de las fuerzas de seguridad, en medio de las protestas contra el Gobierno que, según la Defensoría, han dejado 5 muertos.

Este jueves ocho agentes del Grupo de Operaciones Motorizadas de la Policía que circulaban por las inmediaciones de la Casa de la Cultura, en el centro de Quito, fueron rodeados y retenidos por miembros del colectivo indígena.

Tras el suceso, fueron conducidos al interior del centro cultural, escenario de reuniones de manifestantes indígenas desde el lunes, y donde los dirigentes de ese grupo los mantuvieron retenidos y amenazaron con aplicar la justicia ancestral, avalada por la Constitución de Ecuador.

Además, varios de los policías retenidos fueron forzados a cargar el féretro con el cadáver de un dirigente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie) que murió el miércoles durante las protestas contra las medidas económicas del gobierno de Lenín Moreno. Los hicieron recorrer el recinto con el cajón envuelto en una bandera de Ecuador mientras los congregados lanzaban flores en homenaje al fallecido.

EFE
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Poco después, los indígenas exigieron a las fuerzas de seguridad que se alejaran del lugar, un amplio recinto que alberga varios establecimientos y que se emplaza en el parque de El Arbolito, donde en los últimos días se han registrado disturbios en el marco de las protestas.

En la tarde otras dos personas fueron llevadas por varios miembros del colectivo indígena al escenario del recinto. De acuerdo con diferentes testigos, se trata de dos agentes de seguridad infiltrados.

Efe pudo ver cómo una de las personas que zarandeaba a los dos retenidos mostró lo que parecía ser el cilindro de una granada y que supuestamente portaba uno de los infiltrados.

En paralelo, en el escenario un dirigente indígena mostró una chompa (chubasquero) de color amarillo fluorescente con un distintivo de la Policía en la espalda y que pertenecería a uno de ellos.

En el lugar se han registrado en los últimos intensas cargas policiales contra jóvenes estudiantes y manifestantes indígenas en el marco de las protestas sociales contra la retirada del subsidio a los combustibles adoptada por el Ejecutivo, que según la Defensoría han dejado 5 muertos y cientos de detenidos y heridos.

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EXIGENCIAS DE LOS LIDERES INDÍGENAS

La Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie), que aglutina a representantes de las catorce nacionalidades reconocidas en el país, exige la derogación de esa medida y la salida Moreno y los titulares del Interior, María Paula Romo, y Defensa, Oswaldo Jarrín.

Pero hoy esta comunidad cargó su enconamiento contra el presidente al que varios dirigentes acusaron de "asesino" al elevarse la cifra de manifestantes muertos.

De acuerdo con la Defensoría del Pueblo, un manifestante indígena murió en las protestas desarrolladas en la víspera en Quito, con lo que se eleva a cinco el número de muertes relacionadas con las manifestaciones iniciadas hace una semana, extremo que el Gobierno niega.

RECHAZO AL DIALOGO CON EL GOBIERNO

"Hoy el Gobierno está asesinando al pueblo", expresó a Efe el presidente de Conaie, Jaime Vargas, que acusó al Ejecutivo de haberse "entregado al FMI", al tiempo que rechazó el diálogo: "No estamos para negociar ningún acuerdo con el Gobierno, lo único que se pide es la renuncia inmediata y que deje la Presidencia".

El líder de la Conaie aseguró que los agentes retenidos cumplirían una “misión” y que esta será la de cargar los ataúdes de los indígenas fallecidos con los que harán un recorrido, antes de “entregarlos así de sanitos (sic)”.

Efe habló con uno de los agentes que se identificó como Darwin Lárraga y confirmó que fueron ocho los retenidos por la mañana, entre ellos una mujer que se mostraba visiblemente afectada por la situación.

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“Estamos bien, no nos han maltratado, la situación es tensa”, reconoció el oficial junto al resto de sus compañeros cuyos brazos se encontraban entrelazados y uno de ellos, aparentemente uno con rango de coronel, portaba una bandera de Ecuador a modo de capa.

Tras su captura, los responsables indígenas les pidieron que hicieran uso de su frecuencia para poder exigir al Gobierno y a la misma ministra del Interior que no asaltaran la sede cultural.

En este sentido, Lárraga señaló que no tenían "radios de comunicación", por lo que no habían logrado contactar con las autoridades.

A lo largo de la tarde se registraron los discursos en el interior del centro cultural, donde voluntarios de comunidades ancestrales habían establecido varios cordones y rodeaban a los retenidos y a los medios de comunicación, mientras mantenían las motos de los policías a los pies del escenario.

La espera concluyó con la llegada del féretro de madera del indígena muerto, cubierto con una bandera de Ecuador.

EL GOBIERNO HABLA DE SECUESTRO

El secretario general de la Presidencia de Ecuador, José Augusto Briones, calificó de “secuestro” los hechos y aseguró que “a 27 periodistas de distintos medios comunicación no se les ha permitido salir como es su voluntad”.

Sin embargo y pese a la confusión en torno a diversas informaciones que han circulado en redes y medios, Efe pudo constatar que los periodistas podían abandonar la zona en cualquier momento, aunque existía cierta hostilidad por parte de algunos individuos que tachan a los medios de “prensa corrupta” y señalan especialmente a dos cadenas de televisión nacional de sesgadas.

Una multitud observó en Quito
Una multitud observó en Quito la llegada del ataúd con el cuerpo de un manifestante que, según ellos, fue asesinado durante las protestas contra las medidas de austeridad del presidente Lenín Moreno (Reuters)

Por Daniela Brik (EFE)

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