A las 17:50 del martes, los Mossos d’Esquadra de Barcelona recibieron una llamada de emergencias de un vecino del municipio de Sant Adrià. El hombre había visto junto al río Besós a un adolescente que escondía dentro de una maleta a un bebé. Según su versión, lo había sorprendido tratando de enterrar al niño en la orilla. Al darse cuenta que le habían descubierto, el joven desapareció entre el frondoso cañaveral que cubre los márgenes del río, y al salir, ya no llevaba con él al recién nacido.
No fue la única llamada que recibieron los agentes. Otros testigos decían haber visto la misma escena. Cuando los agentes se dirigieron a la zona, localizaron la maleta y hallaron dentro ropa manchada de sangre. No había rastro del niño y el adolescente había huido.
Según confirmaron las autoridades, el sospechoso, de 16 años, caminó desde el río hasta un bar cercano, donde se reunió con sus padres. Minutos después, los tres se presentaron en la comisaría de los Mossos d’Esquadra de L’Hospitalet de Llobregat. El adolescente confesó todo lo que había ocurrido. Explicó que había escondido a su hijo neonato en una maleta y lo había lanzado al río para deshacerse de él. Desde ese momento, los agentes desplegaron en las aguas y orillas del Besós un amplio operativo de búsqueda.
Durante la noche del martes, y toda la jornada del miércoles, bomberos, buzos, agentes de la unidad canina y de subsuelo, expertos de la comisaría general de recursos operativos de los Mossos, y de la brigada móvil, rastrearon sin descanso el cauce del río sin éxito. La geografía del lugar y la vegetación abundante dificultan los trabajos de rescate, explicaron los investigadores.
“Son trabajos complicados, en tanto en cuanto hay muchísimas cañas. Quizás hay un grosor de tres, cuatro, cinco y seis incluso más metros de cañas en muchos sitios, entonces, certificar que no se ha podido quedar enganchado en alguna caña, pues es una cosa que va a costar", explicó a los medios de comunicación Rafael Esteban, Jefe de guardia de bomberos de la Generalitat.
“Estamos peinando toda la zona del río cercana al mar, pero también hemos subido un poco porque desconocemos exactamente cuál pudo ser el movimiento de esta persona, no queremos dejar ningún área sin peinar”, añadió la intendente de los Mossos d’Esquadra Montse Estruch.
Durante el interrogatorio, el joven, que no fue identificado por tratarse de un menor de edad, relató cómo él y su pareja -también menor- habían ocultado a sus respectivos padres la noticia del embarazo. Ella logró que nadie se diera cuenta de que esperaba un bebé.
El lunes, la adolescente empezó sus labores de parto. Sospechando que el alumbramiento era inminente, reservaron una habitación privada en un hostal de la carretera de Collblanc, en el municipio de L’Hospitalet. La madre primeriza dio a luz ese mismo día. Durmieron en la pensión, y al día siguiente, después de limpiar el cuarto en profundidad, se marcharon sin levantar sospechas.
La pareja se dirigió a las orillas del río Bésos, y según confirmaron fuentes cercanas de la investigación al diario La Vanguardia, ella llevaba al bebé en brazos y él cargaba la maleta. En algún momento se separaron. Ella se marchó y el padre del recién nacido llevó a cabo su plan. Las autoridades explicaron que desconocen si el bebé estaba vivo entonces o si ya había muerto.
"Nosotros estamos buscando a una persona que está en el agua, y estamos mirando si la encontramos, no sabemos ni quién era ni en qué estado estaba cuando ha entrado al agua”, informó Rafael Esteban.
Los agentes localizaron a la madre del bebé y la trasladaron a un centro sanitario. El padre de la víctima fue detenido y acusado de asesinato. El miércoles pasó a disposición de la Fiscalía de Menores. Efectivos subacuáticos de Salvamento Marítimo y de la Guardia Civil se unieron a las labores de búsqueda, que continúan desde primera hora de este jueves.