La línea entre ciencia ficción y la vida real se vuelve cada vez más delgada. Los desarrollos tecnológicos en materia robótica hacen pensar que en un futuro no muy lejano los androides podrían estar totalmente integrados. Y no solo eso sino que hasta podrían experimentar sensaciones humanas.
Investigadores en Alemania están desarrollando un sistema nervioso que podría imitar la respuesta al dolor, lo que permitiría que los robots reaccionen rápidamente y eviten situaciones que podrían dañarlos.
"El dolor es un sistema que nos protege", destacó el investigador Johannes Kuehn en una conferencia de ingenieros que se llevó a cabo la semana pasada. "Cuando evitamos la fuente de dolor, prevenimos las lesiones", añadió.
Los investigadores programaron un robot para que experimente una "jerarquía" de dolores a través de una variedad de situaciones como puede ser un golpe o calor. Y el robot tiene una reacción variable: cuanto más intenso es el estímulo, mayor es la rapidez con la que reacciona. Tal como lo haría cualquier humano.
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