Hace ya casi un mes que su nombre se instaló con fuerza en el Mundo Boca (luego de haber sido buscado anteriormente en reiteradas ocasiones). Se trata de Maximiliano Rodríguez, quien no pasó un buen semestre en Newell's, no sólo por lo futbolístico sino también por el tenso clima respirado en la ciudad.
Y aunque la Fiera había amagado con irse luego del estreno en la Copa Argentina, ahora se encargó de dejar bien en claro sus intenciones: "A veces uno se sorprende porque no tiene 20 años, pero me han llegado muchas ofertas. De México, Estados Unidos... Esas fueron las que uno por ahí uno analiza mucho más. Después hubo cosas de Argentina, pero la prioridad la va a seguir teniendo Newell's. Mi idea es vestir esta camiseta y cumplir el contrato que me queda".
"En la Argentina, la única camiseta que usaría es la de Newell´s. Lo tengo decidido. No jugaría en Boca o River. No me puedo ver con otra camiseta, no podría jugar en contra de Newell's", agregó el volante ofensivo en diálogo con el programa radial Jogo Bonito.
Mientras que enseguida hizo mención a los duros meses que le han tocado vivir por cómo repercutió fuera de la cancha el mal presente futbolístico: "El folclore de esta ciudad es hermoso, pero todo tiene un límite. El último tiempo acá no la pasamos bien, ni personalmente ni en lo grupal. Pasé momentos difíciles como cuando ocurrió eso en la casa de mis abuelos. Me apoyó mucho el plantel. Lo que pasó en lo de mis abuelos pasa la línea. No pueden ocurrir esas cosas".
Por otro lado hizo referencia al contraste, la gran actualidad de Rosario Central: "Tenemos que pensar en nosotros mismos, corregir nuestros errores. Es una ciudad muy futbolera, si uno es de Newells quiere que a Central le vaya mal. Los sentimientos son muy fuertes. Pero para mí un alivio hubiese sido hacer una campaña mucho mejor, con más triunfos y más regulares. Lo que hagan ellos es problema de ellos. Me cuesta analizar al otro equipo".
Y cerró hablando de su salida de la Selección: "Extraño a Messi, a todo lo que rodea a él en la Selección, ponerme la camiseta... Cuesta ver a los chicos entrenando. Mi nombre no va a estar más, pero hasta el último día lo disfrute y dejé todo por esa camiseta. Me siento un hincha más. A veces me cuesta ir porque empiezan a jugar un poco los sentimientos, prefiero hablar por teléfono y apoyar a la distancia".
"No supe que era mi último día en la Selección, pero son las cosas que tiene el fútbol. Hay ciertos jugadores a los que los entrenadores podrían llegar a comunicarle por la experiencia, pero no le guardo rencor a nadie. Son todos unas fieras ahí adentro, me ayudaron mucho a la largo de mi carrera", concluyó.