El periodista Jorge Lanata fue entrevistado por Luis Majul. Durante el reportaje, el conductor del ciclo Periodismo Para Todos –donde se presentó por primera vez una denuncia sobre 'la ruta del dinero K'- habló de la causa judicial donde el empresario Lázaro Báez y miembros de su familia son investigados por, presuntamente, lavar dinero estatal desviado por Néstor y Cristina Kirchner.
"Yo creo que Cristina tiene que estar presa y me encantaría que devuelva lo que se robó", dijo Lanata. "Nadie puede multiplicar por 1.200 su patrimonio, en diez años. El Gobierno tiene miedo de que haya un movimiento social si Cristina va presa".
"A Cristina la juzga el juez Sebastián Casanello. Que hizo todo lo posible para no juzgarla, y no creo que esté trabajando bien. De hecho, está haciendo un inventario de los bienes de Lázaro, no está investigando el delito precedente", señaló.
Y, luego, aseguró: "Casanello tiene relación con los tipos de La Cámpora, habla cotidianamente, no me lo imagino trabajando en serio. Le sacaría la causa a Casanello. Y se la daría a la Cámara o a otro juez. No puede investigar a Cristina Kirchner el tipo que miró para otro lado los últimos tres años".
"Cristina y Lázaro fueron malos padres, y que se jodan. Vos no podés exponer a un hijo a eso. Vos podés robar, pero no podés robar y darle el botín a tu hijo para que te lo guarde, y después quejarte", dijo.
También habló sobre las denuncias contra el kirchnerismo: "El gobierno anterior fue el más corrupto de la democracia. Son una banda, una banda es alguien organizado en distintas áreas que permiten que el plan se lleve adelante".
Por último, señaló: "Yo no inventé la grieta, Cristina la inventó".
Cepo laboral, Martín Fierro y Mauricio Macri
El reportaje emitido por La Cornisa en América no se limitó a Lázaro Báez. Lanata, por ejemplo, analizó la salida del kirchenrismo y el inicio de la gestión de Cambiemos.
En cuanto al final del mandato de Cristina Kirchner, dijo: "Hasta poco antes de la elección pensaban que se quedaban, por eso fueron tan torpes al irse".
"Macri es un tipo de centro derecha, bastante moderno para lo que ha sido el centro derecha en Argentina. No creo que esté gobernando para los ricos. De hecho toda la campaña que hizo el kirchnerismo no se cumplió, no sacó planes sociales. Los tarifazos había que hacerlos, la discusión era cómo, pero Daniel Scioli los hubiera hecho", agregó.
Luego, en este punto, destacó: "El ajuste siempre lo pagan los más pobres, que un día lo empiecen a pagar un poco más los más ricos. Que los que tienen autos de alta gama o departamentos en Punta del Este paguen más. Que la gente sienta que el ajuste es más justo, que no recae sólo en los que menos tienen".
Sobre la ley del cepo laboral, vetada por Macri, dijo: "La ley antidespidos no sirve para nada. Todos saben que no sirven para nada. Todos en privado me decían que no sirve, pero se prendía el micrófono y decían que sí".
En cuanto a su más reciente premiación, el Martín Fierro de Oro, fue contundente en sus declaraciones. "Agradecerle a Magnetto me pareció un acto de justicia porque toda la gente de Magnetto gana un premio y no lo menciona, por las dudas, porque son cagones, por lo que sea, pero me parece injusto. Yo debo ser uno de los tipos que más se ha peleado con Magnetto en este país, pero tengo que reconocer que hace cinco o seis años que trabajo tranquilo. Si me diera vergüenza no laburaría ahí. Voy orgulloso a trabajar a Clarín".
Por último, habló sobre las personas que lo silbaron y abuchearon cuando recibió la estatuilla. "Silbaron siete tipos. A mí me preocupan los 695 que se callaron la boca. Los siete tienen más presencia porque los 695 se callaron la boca, podrían haberles pedido que no silbaran, aplaudir, algo. No hicieron nada. Y esos son los que me cruzo y me dicen 'bien, Jorge' pero que, cuando tienen que hablar, no hablan. Ojo con los indiferentes porque a veces son tan peligrosos como los hijos de puta", concluyó.