Está claro que el acetaminofeno o paracetamol es un fármaco con propiedades analgésicas muy popular en el mundo entero. Es bien tolerado y sirve tanto para combatir el dolor de cabeza como para bajar la fiebre; e incluso se lo recomienda como alternativa contra el dolor para las embarazas, en reemplazo del ibuprofeno. Sin embargo, para la ciencia podría impactar de forma negativa en la conducta: puede reducir la capacidad de una persona de identificarse con el dolor físico o emocional de los demás, afectando la empatía.
A esa conclusión llego un grupo de científicos de los Institutos Nacionales de Salud y la Universidad Estatal de Ohio, en Estados Unidos, tras realizar un experimento con más de 200 estudiantes universitarios. Los resultados del informe fueron publicados en la revista científica Social Cognitive and Affective Neuroscience.
"No sabemos por qué el paracetamol está teniendo estos efectos, pero es preocupante", expresó a través de un comunicado el psicólogo y autor principal del estudio, Baldwin Way. "La empatía es importante. Si uno está teniendo una discusión con su cónyuge y acaba de tomar acetaminofeno, esta investigación sugiere que se podría ser menos comprensivo y reflexivo sobre lo que uno hizo para herir los sentimientos del otro".
En el primer experimento, se pidió a 80 participantes que tomen un líquido. La mitad de los sujetos recibieron 1000 miligramos de paracetamol. La otra mitad ingirió una bebida sin la droga. Después de una hora, se pidió a todos los integrantes que evaluaran el dolor experimentado por personajes de ficción en ocho escenarios diferentes. En algunos de los casos, el personaje atravesaba un trauma físico, en otros, un trauma emocional. En general, aquellos que habían tomado el acetaminofeno clasificaban el dolor de los personajes como menos graves que los que habían consumido el placebo.
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