Luego de una semana de espera, Filipinas dio a conocer los resultados de las elecciones, en las cuales cerca del 80 por ciento de los 55 millones de electores filipinos acudieron a las urnas para elegir presidente, vicepresidente, 12 senadores, 200 miembros de la Cámara baja del Congreso y 18.000 funcionarios locales.
Manny Pacquiao es diputado por la provincia sureña de Sarangani desde 2010 y ahora ha conseguido formar parte del Senado, gracias al apoyo 15,5 millones de electores. Lo que significa un gran salto en la carrera política de un ex deportista que aspira a ser presidente de la nación del sudeste asiático.
El hombre de 37 años, único en la historia del boxeo que ha logrado ser campeón del mundo en ocho categorías diferentes –peso mosca, supermosca, pluma, superpluma, ligero, superligero, welter y superwelter–, ha logrado conquistar a una gran parte del electorado con un discurso de ultraderecha.
Pacquiao defendió la idea de que "los homosexuales son peores que los animales", según sus propias palabras, y a pesar de que estas declaraciones le valieron las críticas de la prensa mundial y la abrupta finalización de su contrato con Nike, lo fortaleció como figura ante la sociedad de Filipinas.
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Ahora, deberá cumplir seis años en el cargo y impulsará la restitución de la condena a muerte, que fue abolida en su país en 2006.
"A los ojos de Dios, no es ilegal", declaró Pacquiao con respecto a la pena capital, que sería implementada para delitos relacionados con la droga y otras ofensas graves. Además, el presidente electo, Rodrigo Duterte, se ha mostrado a favor de la restauración.