Como parte de su intervención en la guerra siria en apoyo al dictador Bashar al Assad, el ejército ruso se encuentra en el proceso de construcción de una nueva base militar en la ciudad arqueológica de Palmira, considerada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
La Escuela Estadounidense de Investigaciones Orientales y el arqueólogo sirio Maamoun Abdulkarim señalaron que la construcción por parte de Moscú se está realizando sin permiso de las autoridades.
El jefe de Antigüedades y Museos de Damasco informó este martes a la agencia AP que las construcciones rusas consisten en pequeñas barracas para alojar oficinas y clínicas.
Abdulkarim denunció que su oficina no recibió ningún pedido de autorización y advirtió de que cerca de la zona permanece la amenaza yihadista.
"Nos negamos a dar permiso aunque fuera para construir una pequeña habitación en el lugar, sea para el ejército sirio, el ejército ruso o el que fuera", apuntó el arqueólogo, desde Damasco.
"Jamás daremos ese permiso porque violaría la ley de arqueología", agregó.
Esa organización norteamericana publicó imágenes satelitales de DigitalGlobe, en las que aparece la construcción en el límite norte del sitio, seriamente dañado durante los diez días que estuvo en poder de los terroristas del Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés).
Un funcionario de Unesco indicó que no está claro si el campamento ruso se encuentra en una zona de protección, pero sostuvo que no pone en peligro la zona histórica.
El régimen sirio, con la colaboración de la fuerza aérea rusa, reconquistó la ciudad de Palmira el pasado mes de marzo. Sin embargo, hasta el día de hoy se registran combates contra los terroristas de ISIS a pocos kilómetros de la joya arqueológica.
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