El 6 de enero de 2002, junto con la pesificación de la economía y a pocos días del estallido de la Convertibilidad, el flamante gobierno de Eduardo Duhalde instauró la doble indemnización y la suspensión de despidos por 180 días. Alfredo Atanasof, su ministro de Trabajo, explicó que resulta incomparable lo que se vivía en aquel momento en relación al actual: "Era una crisis muy profunda, mucho peor que lo que sucede ahora. Había una decisión de la sociedad de ponerle el pecho a la crisis y las medidas de emergencia se adoptaron con consenso de todos los actores sociales".
Recuerda, en ese sentido, que el deterioro del contexto económico y social llevaron a aprobar medidas extremas, pero "siempre con la idea de que fueran transitorias".
El ex funcionario y legislador explicó por InfobaeTV que también hubo voces en contra en aquel momento, pero fueron las menos. "Estas medidas -agrega- fueron consensuadas dentro de Diálogo Argentino, un espacio creado por la Iglesia y Naciones Unidas, pero al que se terminaron incorporando el resto de los sectores".
Atanasof: "El Estado debe buscar soluciones para evitar nuevos despidos"
-¿Justifica que se vuelva a plantear la suspensión de despidos ahora?
-En realidad veo a las pymes más preocupadas por otros temas más acuciantes que la cuestión laboral, como la fuerte suba en el costo de los servicios o las dificultades para acceder a financiamiento. Es posible que por los aumentos de costos algunos empresarios piensen en despedir gente. Pero allí puede intervenir el Estado ofreciendo planes REPRO, por el que se hace cargo de una parte de los sueldos por un período, o cualquier otra iniciativa que pueda surgir.
Pese a que la situación económica mejoró claramente sobre fines del 2002, el gobierno de Néstor Kirchner mantuvo la doble indemnización por despido y recién se levantó aquella medida en 2008, pese a que originalmente estaba prevista su vigencia por 180 días. "Es muy importante en esta etapa –consideró Atanasof– que el Gobierno convoque a una mesa de diálogo como hicimos nosotros en su momento, con el objetivo de alcanzar consensos en vez de pelear. Eso ayudaría a mejorar la gobernabilidad del país".
Por último, el ex funcionario resaltó los logros de los primeros meses de la gestión de Mauricio Macri, pero también las cuentas pendientes: "Es muy positivo haber salido del default y recuperar el acceso a los mercados crediticios. Pero al mismo tiempo el Gobierno actuó lento para paliar los efectos de la suba de la inflación sobre los sectores más vulnerables y la caída del poder adquisitivo que se produjo".