Lupus, el dolor articular que más preocupa a las mujeres

Esta enfermedad autoinmune ataca especialmente al universo femenino y está cercada por el prejuicio y la discriminación. Una encuesta en 16 países del mundo reveló que el 47% de las personas no le daría la mano a una persona con lupus. ¿Por qué?

Por definición, una enfermedad autoinmune es aquella causada por un sistema inmunitario, que ataca a las células del propio cuerpo.

En estos casos, el sistema inmunitario, que es el que debe proteger al organismo de factores externos que le hagan daño, se convierte en "agresor" y agrede a ciertas partes del cuerpo. Ocurre que existe una respuesta inmune exagerada contra sustancias y tejidos que normalmente están presentes en el cuerpo.

Así entendido, nadie podría pensar que una persona con diabetes, artritis reumatoidea o celiaquía -todas enfermedades autoinmunes- podría ser "potencialmente peligrosa" para la salud de un tercero.

Pues es lo que ocurre con el lupus. Y que lleva a que quienes la padecen sufran -además de malestar generalizado, cansancio extremo, dolores musculares, fiebre repentina, entre otros síntomas característicos de esta enfermedad- discriminación por parte de su entorno.

El Día Mundial del Lupus, que se conmemora hoy, es el primer evento patrocinado por la Federación Mundial del Lupus (WLF por su sigla en inglés) y se centra en la necesidad de generar mayor conciencia pública, mejorar los servicios de salud y avanzar con investigaciones sobre las causas y posible cura a nivel mundial. En este marco, la empresa farmacéutica GSK realizó una encuesta entre casi 17 mil adultos mayores de 18 años en 16 países alrededor del mundo con el objetivo de determinar el nivel de conocimiento de la enfermedad.

Con el apoyo de la Asociación Lupus Argentina (ALUA), miembro del Comité Directivo Internacional de la Nueva Federación Mundial de Lupus en la Campaña #ElLupusnoconocefronteras, los resultados revelaron que aún cuando hubo avances en el diagnóstico desde una perspectiva científica, el nivel de conocimiento es muy bajo y la enfermedad está asociada a innumerables prejuicios.

"Es de suma importancia que la sociedad tome conciencia sobre qué es el lupus, cómo se manifiesta y a quiénes afecta", destacó Teresa Cattoni, presidente de ALUA. "No es contagioso, pero la ignorancia al respecto se manifiesta en la discriminación que deben enfrentar los pacientes con lupus en sus actividades cotidianas, afectándolos anímicamente -enfatizó-. Esa es una de las cosas que necesitamos cambiar de forma urgente".

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Si bien el lupus no es contagioso, ni se transmite por contacto sexual, los resultados arrojaron que el 47% de los encuestados admitió sentirse incómodo estrechando las manos y/o abrazando a una persona con dicha condición; el 44% elegiría no sentarse junto a un paciente lúpico en el transporte público y una de cada tres personas prefirió no compartir la comida. El 36% no supo responder qué factores pueden contribuir a desarrollar la enfermedad y más del 50% de los encuestados no pudo identificar o desconocía que el mal funcionamiento de los órganos, la anemia y el infarto podían estar asociados a algunas de las complicaciones más usuales de la enfermedad.

Información, la única herramienta para no caer en el prejuicio

El lupus es una enfermedad crónica, inflamatoria y autoinmune que puede perjudicar diversas partes del cuerpo. Afecta mayoritariamente a las mujeres entre los 15 y 44 años, pero los hombres, las personas mayores y los niños también pueden tener lupus. Normalmente, el sistema inmunológico de nuestro cuerpo produce proteínas llamadas anticuerpos que protegen al cuerpo de invasores extraños, tales como virus y bacterias.

Autoinmune significa que el sistema inmunológico no puede discriminar entre estos invasores y las células propias del cuerpo y crea auto anticuerpos que atacan a los tejidos sanos, causando inflamación, dolor y daño en diversas partes del cuerpo.

La genética, las hormonas y los factores ambientales son los tres factores que los científicos presuponen como causa de la enfermedad

Las causas del lupus se desconocen, pero los científicos presuponen que tres factores pueden desempeñar un papel: la genética, las hormonas y los factores ambientales.

Existe una predisposición genética que necesita de otros factores para que la enfermedad se manifieste. De hecho se identificaron ciertos genes que contribuyen al desarrollo de lupus. Se supone que particularmente los estrógenos pueden estar involucrados en la mayor afectación del lupus de las mujeres. Dos de los factores ambientales son los rayos ultravioleta (que pueden activar las células inflamatorias de la piel) y ciertos medicamentos.

Además, las infecciones y el estrés podrían jugar un papel en el desencadenamiento de crisis en algunas personas. El lupus no es contagioso. No se puede contraer lupus de otra persona.

El diagnóstico y el día a día de la enfermedad

Los síntomas de lupus pueden variar de una persona a otra. Los más comunes incluyen dolor articular y muscular, fatiga extrema, erupciones cutáneas, fiebre y pérdida del cabello.

Algunas manifestaciones de lupus no son inmediatamente evidentes, y el diagnóstico precoz juega un papel importante en la prevención de daños en los órganos vitales. No hay un único análisis para el lupus, por lo que el médico procederá a extraer sangre para una variedad de estudios. El historial clínico del paciente y de sus familiares son también importantes para el diagnóstico de lupus.

Aunque aún no existe una cura para esta enfermedad, el diagnóstico precoz y el tratamiento médico adecuado pueden ayudar significativamente a controlarla.

Debido a que no hay dos personas con lupus iguales, el mejor método de tratamiento es dar con un equipo de atención médica que tome en cuenta cuidadosamente la condición específica de cada paciente. Las personas que mejor lograron convivir con lupus aprendieron a equilibrar sus vidas, adaptándola a esta enfermedad crónica. Algunas claves para lograr esto son:

  • Mantener una dieta saludable
  • Descansar lo suficiente
  • Evitar el estrés, la exposición a la luz solar y ultravioleta
  • Dejar de fumar
  • Beber con moderación.

Un creciente número de proyectos de investigación sobre el lupus están en marcha, en busca de nuevos y mejores tratamientos para controlar el lupus, para algún día quizás, lograr su cura.