La constructora Andrade Gutiérrez, la segunda mayor de Brasil, se comprometió a devolver a las arcas públicas 1.000 millones de reales (unos USD 285 millones) desviados en el caso de corrupción que tiene en su eje a Petrobras.
La devolución de los fondos, que forma parte de un acuerdo de colaboración con la Justicia, fue divulgada a través de una serie de anuncios que la constructora publicará este lunes en los principales diarios del país, cuyo contenido fue adelantado este domingo por los medios.
En el anuncio de prensa, la empresa también hará una petición de "disculpas al pueblo brasileño" y presentará una lista de ocho propuestas para evitar nuevos casos de corrupción en obras públicas.
Los ejecutivos de Andrade Gutiérrez han reconocido el pago de sobornos a políticos para obtener concesiones de obras en proyectos de Petrobras, además de en estadios de fútbol del Mundial de 2014, en la central nuclear Angra 3 y en la hidroeléctrica Belo Monte, que será la tercera mayor del mundo, entre otras.
Este es el acuerdo por mayor valor alcanzado hasta ahora entre una constructora y la Justicia en relación al caso de corrupción que gira en torno a la petrolera estatal Petrobras.
Según revelaron las investigaciones, las principales constructoras de Brasil organizaron un cartel para repartirse las obras sacadas a licitación por Petrobras y otros organismos públicos, elevaban los precios artificialmente y después pagaban sobornos millonarios a los políticos que permitieron las maniobras.
Petrobras, que está sumida en una grave crisis financiera, reconoció que ese fraude le costó pérdidas de por lo menos USD 2.000 millones entre 2004 y 2015.
El descubrimiento de este escándalo de corrupción ha sido uno de los principales factores que ha alimentado la grave crisis política que vive el país y que puede derivar en la destitución de la presidente, Dilma Rousseff.