El del Distrito Joven, en la Costanera Norte, será el segundo megaproyecto urbanístico que el Gobierno porteño impulsará este año: antes, intentarán conseguir los votos necesarios para que la Legislatura avale la creación de la Agencia de Bienes Sociedad del Estado y apruebe la venta de parte de los terrenos del Tiro Federal Argentino, en Núñez, para emplazar allí un "Parque de la Innovación", además de una torre, viviendas y locales comerciales.
Ambos proyectos, el Parque y el Distrito, tienen entre sus objetivos uno en común: "integrar" la Ciudad Universitaria al tramado urbano. El distrito innovador, unido a un lado por un "puente parque", y el polo juvenil al otro, vendrían a poner fin a la gracia del oxímoron urbanístico que significa la principal facultad de urbanismo del país dándole la espalda a la ciudad.
Tras el estallido del bloque del Frente para la Victoria, las negociaciones para conseguir los dos tercios avanzan uno a uno, y ya no en bloque. Algunos kirchneristas proponen desdoblar la discusión –Parque de la Innovación por un lado, y Agencia de Bienes por separado, no en bloque-, mientras que el Gobierno de la Ciudad sigue allí con un trabajo -silencioso pero constante- de negociaciones y aseguran estar próximos a alcanzar los 40 votos necesarios.
Ubicado en la Avenida del Libertador, a la altura de Udaondo, el Parque de la Innovación supondría la venta de unas 17 hectáreas para incentivar allí la industria de la innovación, su urbanización y -su parte más polémica- la construcción de una torre sobre la Avenida del Libertador, una zona donde el metro cuadrado ronda los US$ 3400. Aun cuando no es segura la aprobación de la ley, ya se anotaron en la lista de espera Eduardo Constantini (Consultatio), Alejandro Gawianski (Ag3 Developments) y Federico Weill (TGLT).
La gestión del proyecto es compartida por los ministerios de Desarrollo Urbano y Transporte, a cargo de Franco Moccia, y de Modernización, Innovación y Tecnología, a cargo de Andy Freire, y sigue el modelo del barcelonés @22 Districte de la Innovació, el Sillicon Valley de San Francisco o The Digital Hub de Dublin: acercar las empresas de tecnología e innovación al lugar donde se encuentran sus potenciales empleados e investigadores del sector. El distrito tecnológico sirvió para colaborar con el desarrollo del sur de la ciudad, pero no consiguió terminar de atraer a los empresarios: desde el gigante Mercado Libre, hasta pequeñas pymes del sector, son muchos los que prefirieron quedarse en Núñez o alrededores, cerca de donde estudia la mayor parte de sus empleados. El Parque de la Innovación quedaría próximo a la UBA, pero también a la ORT, a la Universidad Di Tella y a la UB; en el Gobierno porteño aseguran, incluso, que ya hay otras universidades evaluando instalarse allí. La ampliación del término –de "tecnológico" a "innovación"- permitirá incluir en los beneficios a empresas de industrias relacionadas, como algunos estudios de diseño que ya están trabajando en el barrio.
Los fundamentos del proyecto son dos: un estudio que asegura que los distritos de innovación favorecen el aumento de los patentamientos científicos y aumenta la tasa de supervivencia de los emprendimientos –entre otras virtudes-; y la tesis que inmortalizó el ex alcalde que le cambió la cara a Bogotá, Enrique Peñalosa, en su artículo "The Politics of Happiness" ("La política de la felicidad") y que podría resumirse así: la presencia de personas en el espacio público -trasladándose a sus casas, trabajos y lugares de estudio- hace más seguros a los barrios y, sobre todo, más felices a sus habitantes.
Hoy en día, el Tiro Federal se encuentra en terrenos que les fueron cedidos en 1924, cuando en el lugar reinaba la desolación. Las cosas han cambiado, y los polígonos están hoy en una de las zonas más caras de la ciudad. La propuesta oficial consiste en mudar el Tiro y construir un polígono "de última generación" en algún terreno aún no definido cerca de la Villa Olímpica, en el sur de la ciudad. Consultados por Infobae, en el Ministerio de Desarrollo Urbano negaron que existan proyectos para continuar luego con el resto de los clubes sobre Libertador, pero admiten que si la experiencia es exitosa, los mismos clubes intentarán replicarla.
De las casi 17 hectáreas que tiene el Tiro Federal, 12 estarán destinadas al Parque de la Innovación, con 5 para uso del Gobierno y 7 para uso privado. El 60% del predio estaría destinado a espacio público –hoy el acceso al Tiro Federal es completamente privado- con al menos 40% de superficie verde y absorbente y semipermeable.
Los suelos deberán ser objeto de atención: la actividad del Tiro Federal los sometió a la contaminación por plomo durante unos 80 años, por lo que en la audiencia pública un vecino, para oponerse al proyecto, advirtió sobre el movimiento de suelos contaminados para su descontaminación que habría que practicar en caso de que se aprobara.
En una comuna en la que el PRO consiguió su segundo mejor desempeño, detrás de Recoleta, el macrismo asegura que sus encuestas telefónicas les confirman el apoyo de los vecinos, a pesar de que en la audiencia pública no hubo voz que defendiera el proyecto.