Mario Vargas Llosa ingresa a paso firme al salón del hotel en donde lo espera Infobae TV. No luce, ni por asomo, como un hombre que acaba de cumplir 80 años. Saluda con agilidad y cordialidad a todo el equipo de periodistas y técnicos y, mientras acepta que le desordenen su impecable ambo azul oscuro para colocarle el micrófono, dice que no padece las entrevistas. "Es que yo soy periodista", necesita recalcar para que quede claro que su viejo oficio de cronista lo enorgullece.
En un franco y relajado diálogo, el autor de La ciudad y los perros o Conversación en la catedral, cuenta con pesar que el periodismo se ha infectado de espectacularidad y chisme y que la política ha corrido por un camino similar. "Si no, es inexplicable el fenómeno de Donald Trump en los Estados Unidos", reflexiona. "No tiene ideas. Apenas prejuicios como el racismo o el temor a la inmigración. No creo que pueda ganar. Sería peligrosísimo que ocurriese", agrega.
"Por suerte se ha terminado ese disparate ideológico llamado Socialismo del siglo XXI"
Además de las visitas políticas que viene llevando en la Argentina, auspiciadas por la Fundación Libertad de la ciudad de Rosario que preside Gerardo Bongiovanni, su fiel escudero, Vargas Llosa cuenta que quedó maravillado por las Cataratas del Iguazú de donde llegó anteayer. Para ser sinceros, quien cuenta ese viaje es su pareja, la impactante Isabel Preysler, que lo espera al final de la entrevista acompañada por el hijo del escritor y algunos colaboradores. Sin caer en el chisme que el peruano repudia, es inevitable decir que la belleza y porte de su mujer y las miradas de embeleso que él le dedica son directamente proporcionales.
El premio Nobel de Literatura 2010 se pone serio y terminante cuando habla de política, en especial de América Latina. "Por suerte se ha terminado ese disparate ideológico llamado el socialismo del siglo XXI. Eso no ha hecho más que aumentar la pobreza en nuestro continente", expresa Vargas Llosa y lo personaliza de manera admonitoria en la ex presidente argentina Cristina Kirchner y Hugo Chávez. "La ex presidente causó un daño enorme a la Argentina y el bolivariano llevó al abismo a Venezuela", dice sin medias tintas.
Dice que el Presidente Macri volvió a la Argentina a la consideración del mundo
Fustiga al periodismo militante ("es intolerante") y, a pesar de todo, dice que "haciendo sumas y restas, el saldo de hoy es positivo entre los gobiernos de nuestro subcontinente". Resalta, claro, la gestión de Mauricio Macri con quien se entrevistó y dice que el presidente de Cambiemos volvió a la Argentina a la consideración del mundo.
Reconoce el esfuerzo del Papa Francisco por modernizar la Iglesia pero no cae en el elogio exagerado. No le dedica ningún adjetivo generoso. "Valoro sus gestos", afirma con sequedad pero pone un punto de interrogación en las concreciones objetivas.
En este reportaje mano a mano, habla de su última novela, Cinco esquinas, una suerte de thriller periodístico político situado en el gobierno de Alberto Fujimori en el Perú en donde cruza con un relato que merece ser leído de un tirón la tarea de los medios de comunicación, los gobiernos totalitarios y las lealtades personales y políticas. "Fue un buen modo de contar cómo una dictadura se sirve de este tipo de periodismo de chisme y bajezas".
Antes de culminar la entrevista, Infobae le pregunta por el sentido de la vida. "El sentido de la vida tiene que dárselo cada cual, decidir qué le importa y qué no. Para ello es importante que haya libertad. Hay que seguir aquello que nos importa de la manera menos dañina para los otros. Mi oficio es un poco lo que justifica mi vida: escribir, leer, el amor, la amistad le han dado sentido", concluye el escritor que, con la misma amabilidad que llegó, se despide y se dirige a abrazar y a cuchichear con Isabel Preysler que lo espera sonriendo. Ella, luce así para este cronista, se convierte en la forma tangible de su felicidad.
14 definiciones de Mario Vargas Llosa:
1
El fenómeno más preocupante del periodismo moderno es el crecimiento del periodismo chismográfico, amarillo, de escándalo, el que convierte a la información en diversión morbosa. Aquel que escarba en la intimidad de las personas.
2
Hay una cultura del entretenimiento que lo invade todo: el periodismo, la cultura, las artes y hasta la política. Todo debe ser entretenido a cualquier costo.
3
El periodismo "militante" es muy perjudicial. Es dogmático, intolerante, sectario que no se abre a a la diversidad. Se cree dueño de una verdad única con derecho a imponerla. Lo terrible es cuando el periodismo militante tiene el control de los medios de comunicación. Allí simplemente la libertad desaparece y empezamos a vivir en una dictadura.
4
Cristina Kirchner causó un enorme daño a la Argentina. Creo que tuvo una política muy demagógica. Fue un populismo de los que sacrifica el futuro por un presente muy gaseoso, muy pasajero.
5
Creo que los sacrificios que hoy se le piden a los argentinos por el nuevo gobierno son consecuencia de ese populismo que había comenzado antes pero que con los Kirchner se incrementó.
6
Hugo Chávez ha dejado una marca fatal. No sólo porque Venezuela está al borde del abismo y la desintegración sino porque ha llegado a infectar a ciertos sectores del continente con la idea del socialismo del siglo XXI, el último disparate ideológico de nuestro tiempo.
7
Creo que en cierta forma debería habernos curado de toda utopía socialista, colectivista, estatista como la que quiso implantar el comandante Chávez y que ha llevado a Venezuela al hambre y al abismo.
8
Muchos populistas se entusiasmaban retóricamente pero no practicaban esa disparate de la política de socialismo del siglo XXI.
9
Si hacemos las sumas de las malas y las buenas hay más razones para ser optimistas ahora con América Latina.
10
La civilización del espectáculo se encarna en Donald Trump. No tiene ideas, simplemente apela a los peores instintos como el racismo, al temor a las inmigraciones, al encerrarse en lo propio frente al mundo. Ni siquiera son ideas. Son prejuicios. Si realmente fuesen practicados sería peligrosísimo para el mundo.
11
Los gestos del Papa Francisco han sido buenos. Las realidades no del todo. Seguramente porque la maquinaria del Vaticano no ha de ser fácil.
12
La lectura sigue siendo para mí el placer supremo. Releo mucho a los clásicos que me subyugaron. Y a los nuevos autores, si me aburre y no atrapa mi atención lo abandono. Con el tiempo uno se da cuenta que no tiene toda la vida para leer todos los libros.
13
El Quijote es una novela para todos los tiempos. Y hoy puede leerse como un libro absoluto de actualidad.
14
Una de las buenas cosas de nuestros tiempos es que casi ya no hay fronteras. Mientras más seamos ciudadanos del mundo, mejor será para todos.
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