Pesó la jerarquía de Tevez, pero habrá que acostumbrarse a sufrir

Si se logró la clasificación a Cuartos fue porque tenemos un jugador distinto como 'Carlitos', que con enchufarse un tiempo le sobra. El mediocampo remendado sufrió horrores y todo quedó a la buena suerte de los defensores. Aunque creamos muchas situaciones y ahora marcamos más goles que antes, tendremos que convivir con el sufrimiento constante

Boca logró el objetivo. Se clasificó ante Cerro Porteño ganando en la Bombonera. Sin embargo, este encuentro de Vuelta dejó algo de preocupación. Era de esperarse, sobre todo con un mediocampo remendado por tantas lesiones. El tándem Meli-Erbes-Pérez debió jugar de la noche a la mañana y si bien pusieron todo, se notó mucho la falta de trabajo y de velocidad.

Con poco los paraguayos fueron superiores en el primer tiempo. Dio la sensación que ellos tenían una marcha más cada vez que nos atacaban en velocidad o con triangulaciones. Ni que hablar con los pelotazos cruzados, que nos hicieron transpirar más de la cuenta. La defensa sufrió mucho un medio que nunca se sintió cómodo, sobre todo Pichi, que fue reemplazado en el complemento.

Jara volvió a jugar en el final de '5', pero tampoco es la solución. Por lo menos el equipo encontró algo de equilibrio, aunque es cierto que el rival ya sentía el desgaste y los goles nuestros ayudaron y mucho. El problema en ese caso es ¿quién juega de '4'?. Con Peruzzi lesionado, Tobio no termina de dar todas las garantías pese a que volvió a cumplir. Por eso, a pedir que Erbes recupere su nivel y que Jara vuela a su puesto.

En fin, es lógico que se sufra ante tantas ausencias importantes por lesión. Habrá que convivir y empezar a acostumbrarse. Porque vamos a pasar mucho de la euforia al sufrimiento. De gritar los goles, o de saltar por las tantas situaciones claras que se crean con los tres delanteros, a tensionarse y rezar para que la dupla de centrales esté atenta y despeje todo lo que le mandan. Porque en varios pasajes, sobre todo en el primer tiempo, sufrimos cada ataque de Cerro, que pasó el medio como si nada y nos creó serio peligro.

Lo bueno vuelve a ser lo que describí antes. Primero tener a Carlos Tevez, quien volvió a ser figura y nos llena de ilusión. También que declare que cada vez le está gustando más jugar de nueve, algo súper importante ante la falta de un centrodelantero. Qué bueno que él se sienta cómodo y que encima sea el goleador del equipo. Por su jerarquía, Boca pasó a Cuartos. Se enchufó un tiempo y le alcanzó de sobra para terminar siendo la figura.

A su lado tiene dos flechas, como él las llamó. Pavón que tuvo otra gran actuación y casi no desentona partido a partido, y Carrizo que fue intermitente pero siempre con el ataque como único recurso. Nos hizo olvidar por un momento a Lodeiro, el último caído que venía con un gran presente. Por supuesto, ambos cumplen a la perfección el sacrificio por la marca.

Pasamos a un rival duro pero que por historia debíamos superar. Ahora se vendrá otro, con más chapa copera como Nacional de Uruguay pero con el que volveremos a definir en casa. Habrá que repasar una y otra vez este primer tiempo para no pasarla mal. Aunque está claro que vamos a tener que acostumbrarnos a sufrir.