"Lo preocupante de Donald Trump no es que sea un duro o un halcón sino que es impredecible"

Desde Washington, se lo dijo a Infobae Michael Shifter, el presidente del think tank Diálogo Interamericano. "Su fortaleza no es escuchar ni aprender. Él cree que sabe todo", explicó. VIDEO

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Las renuncias de Ted Cruz y John Kasich a la primaria republicana dejaron a Donald Trump a la puerta de la candidatura a la presidencia. ¿Cómo fue posible y qué puede significar para América Latina una presidencia del magnate de la construcción? iInfobae/i conversó al respecto con Michael Shifter, presidente de Diálogo Interamericano, uno de los principales think tanks de Washington.

–Creo que en el caso de Trump todos se equivocaron, nos equivocamos. Nadie tenía una idea clara de la fuerza de su candidatura. Todo el mundo pensó que era un fenómeno pasajero y que en septiembre u octubre (de 2015) iba a perder fuerza y apoyo. Y no fue así. Primero, porque todo el mundo subestimó su instinto y su habilidad política. Si bien no tiene gran conocimiento de los temas de la agenda, sí tiene buenos reflejos, buenos instintos políticos. Segundo, por la debilidad de todos sus competidores. Esto fue claro en el caso de Cruz. Fue un candidato muy débil. Nadie lo quiere. No lo querían sus colegas del Senado. Y los otros candidatos, como Jeb Bush o Marco Rubio, también fueron muy malos y decepcionantes. En tercer lugar, todo el mundo subestimó el nivel de rabia y frustración en el país con el que Trump logró conectarse. A pesar de que la economía no va tan mal, que hay cierto crecimiento y recuperación, hay mucha gente que tiene mucha frustración y que ha quedado atrás, que ha perdido mucho en ese mundo globalizado. Y esto se refleja tanto en el Partido Republicano como en el Partido Demócrata, porque Bernie Sanders ha tenido resultados mucho mejores de los que cualquiera hubiera esperado.

–Creo que es muy difícil compararlo porque es muy sui géneris, es único. Es un billonario que ganó mucho dinero comprando y vendiendo tierras, pero nunca ha tenido un cargo público. Reagan, a pesar de haber sido un actor por muchos años, fue gobernador de California antes de ser presidente y George Bush fue gobernador de Texas. Aunque no eran del establishment [republicano], tenían experiencia política. Trump, no. En términos de su filosofía, su orientación, me recuerda un poco a Pat Buchanan, que compitió en 1992 por la candidatura republicana con George Bush padre y le fue bastante bien. Tenía en ese momento unas ideas muy nacionalistas, muy anticomercio, antiglobalización, antiinmigrante, los mismos temas que Trump está planteando y que hoy tienen mucho más resonancia.

–Trump ha tenido un enfoque muy contrario a México en la campaña, en temas migratorios, la construcción de un muro en la frontera que va a pagar México. Pero también antitratados de libre comercio, sobre todo el NAFTA, el tratado con México y Canadá, que dijo que fue el peor tratado aprobado por el presidente Clinton. Creo que el sentimiento anticomercio, antiglobalización, es mucho más fuerte en el país de lo que los especialistas esperaban. Todo esto está muy dirigido contra México, pero de otros temas no ha dicho mucho. No ha mencionado a Brasil, no ha mencionado a Venezuela, a Colombia. Fue uno de los pocos candidatos republicanos que estuvieron de acuerdo con la apertura de Obama con Cuba, pero dijo que hubiera negociado un mejor acuerdo. En otros temas de política exterior, uno puede decir que Trump es casi más "paloma" que Hillary Clinton, que es más "halcón" en el uso de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos para involucrarse en asuntos de Medio Oriente y en otras partes del mundo. Hay gente que está comentando que, en política exterior, Donald Trump es más de izquierda que Hillary Clinton. Vamos a ver cómo se aplicaría esto a América Latina. No creo que Sudamérica esté muy en el radar de Trump.

–Creo que es un candidato totalmente impredecible. Hay preocupación, no porque es un duro o un halcón que vaya a mandar los marines, sino que la razón para preocuparse es que es muy impredecible. Su discurso de la semana pasada sobre política exterior está lleno de contradicción e inconsistencias, y eso genera mucha inquietud y preocupación. Y segundo que, según todo el mundo comenta acá, su fortaleza no es escuchar, no es aprender. Él cree que sabe todo. Si esto es cierto, es preocupante.