Es el noveno día de la nueva escalda de violencia en la ciudad de Alepo, al norte de Siria, y ya se registraron al menos 20 ataques aéreos que alcanzaron zonas rebeldes.
Comités de Coordinación Local ya confirmaron que una persona perdió la vida por consecuencia de los nuevos bombardeos y hay numerosos heridos.
Desde ambos lados la cifra de muertos alcanza a los 250 civiles, según la información del Observatorio Sirio para los Derechos Humanos. Todavía no se informó si dichos ataques fueron efectuados por las fuerzas del régimen del dictador Bashar al Assad o el apoyo de jets rusos en el conflicto.
La tregua del alto al fuego se rompió el 19 de abril, y según los registros del Observatorio, desde el 22 el ejército sirio mató a 140 personas, de las cuales 19 son niños.
Aleppo es el centro urbano más grande de Siria, su capital comercial y el lugar de origen de las fuerzas opositoras al dictador Al Assad. En esa ciudad se asientan las bases más importantes del grupo armado yihadista Frente al Nusra, la filial siria de Al Qaeda y por esa razón el control de la ciudad es prioridad para la coalición siria.
El régimen de Al Assad retomó una campaña de ataques aéreos contra objetivos opositores a su gobierno en esa ciudad para tomar el control de esa provincia, debilitar a los opositores rebeldes y obtener más legitimidad de gobierno.
En el enfrentamiento bélico no sólo chocan las fuerzas del Gobierno y sus opositores, sino también las fuerzas kurdas sirias y otras facciones yihadistas como el Estado islámico (ISIS, por sus siglas en inglés)