Cambia de juez la causa Hotesur, que investiga el patrimonio de la familia Kirchner

Luego de que Daniel Rafecas se declarara incompetente para tramitar parte del caso, la Cámara Federal definió que Julián Ercolini lleve adelante el proceso

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La causa Hotesur, que compromete a la ex presidente Cristina Kirchner y a su entorno con sospechas de lavado de dinero, sufrió un giro inesperado y cambió de manos. Ya no será Daniel Rafecas el juez a cargo de la investigación, sino Julián Ercolini.

La decisión fue adoptada por la Sala I de la Cámara Federal en un fallo dividido. Se impuso el criterio de los jueces Eduardo Freiler y Jorge Ballesteros sobre la posición de Eduardo Farah, quien se inclinó por que el caso siga en el juzgado de Rafecas.

A fines de febrero, Rafecas se declaró incompetente para continuar con parte del expediente y se lo envió a Ercolini, quien lleva desde 2008 la causa que involucra a la ex presidente y empresarios por una asociación ilícita derivada de negocios con la obra pública. Ahora la Cámara Federal resolvió que todo el expediente se tramite en el juzgado del segundo.

En su fallo, Freiler y Ballesteros consideraron que los hechos objeto de la causa Hotesur ya formaban parte de la que estaba en manos de Ercolini. Además, le pidieron que le imprima celeridad al trámite, una suerte de mensaje que atiende a las quejas que hubo contra Rafecas por los tiempos que se tomó para el caso.

Rafecas deberá entonces remitir toda la documentación –incluso la que recopiló Claudio Bonadio antes de que lo aparten a pedido de la sobrina de Cristina Kirchner– a Ercolini. Pese al pedido de rapidez, éste deberá estudiar de nuevo todo el expediente.

A raíz de la división que planteó el juez que hasta ahora tenía el caso, la Oficina Anticorrupción –que se sumó como querellante al caso– requirió que se unifique de nuevo la investigación, al igual que el fiscal Diego Velasco.

El caso, que fue abierto en 2014 por Bonadio, indaga en presuntas irregularidades fiscales en la sociedad Hotesur SA, que administra los negocios del hotel Alto Calafate, propiedad de los Kirchner. Además de inconsistencias en los balances, en la firma figuraban tres personas vinculadas a Lázaro Báez; se investiga, además, una maniobra de alquileres de habitaciones por parte del empresario.