Pamela Sosa estuvo en pareja con Aníbal Lotocki durante ocho años. El médico la operó en diversas oportunidades para mejorar el aspecto de sus pechos, glúteos y piernas. Tras su separación, ella asegura que padece graves problemas por causa de los productos que su ex le colocó en el cuerpo.
En una entrevista con Gente, la misionera explicó que sufre diabetes y le aparecieron unos granulomas en todo el cuerpo. Además, tiene que soportar fuertes dolores: "Ahora estoy medicada para poder soportarlo. Aparece cuando estoy sentada, hago ejercicios o algo muscular. Yo era una mujer sana. Nunca creí que Aníbal podía hacerme mal. Hasta que consulté a la doctora Mónica Militto y me abrió los ojos".
El metacrilato sería la sustancia tóxica que le colocó Lotocki y la causante de sus problemas de salud: "Tengo por lo menos un kilo de producto. Es imposible sacarlo: se pega a los tejidos. En estos días me hago una biopsia para saber qué me aplicó, si es metacrilato o no y si la sustancia migró a mi cuerpo. Sé que estos bultos los voy a tener hasta que me muera. Según el Ministerio de Salud, el metacrilato no se puede usar en grandes cantidades, porque puede producir enfermedades autoinmunes".
Luego, reveló que quiso quitarse la vida por causa de su ex: "Tuve un intento de suicidio cuando estaba con él. Me quise matar con la insulina: me puse muchísima, me quería ir... No quería vivir más. Bajé las escaleras temblando. Él estaba conmigo en la cama. Y zafé porque empecé a comer dulces. En los últimos tiempos no lo soportaba. Recibía maltrato psicológico. Me hacía sentir un trapo de piso. Me decía que no valía nada si no estaba con él. En mi último cumpleaños que compartimos, en 2014, me levantó la mano. Nunca me había pegado. Discutimos y me dio una palmada. Me puse a llorar. No podía más...".
El médico se defendió de estas acusaciones y contó a través de un comunicado que antes de salir a acusarlo por mala praxis Pamela lo quiso extorsionar pidiéndole dinero. Al respecto, ella manifestó: "Él me ocultó hasta que tenía una hija; tapa todo. Dice que lo único que quiero es dinero. Trabajé siete años en esa clínica en negro. Cuando me separé, le comenté que iba a iniciar un juicio laboral. Me pidió que lo arreglaramos entre nosotros. Yo me encargaba el marketing, lo publicitario y la web (...). Lo único que me terminó pasando fueron diez mil pesos mensuales durante un año y medio, en una tarjeta donde yo tenía cubierta la medicina prepaga, el seguro del auto y algunas cosas en débito automático. No me avisó y me cortó la tarjeta. Me quedé sin cobertura médica. Habíamos acordado esto por dos años y cuando faltaban seis meses incumplió. Ahora voy a juicio laboral".