Sexo, secretos y un juicio marcial: el caso que involucra a héroes de guerra

Una historia de complicidades y de arrepentimientos en la Armada de los Estados Unidos. Los mensajes de texto en clave para referirse a los encuentros íntimos. La denuncia de una mujer y el código que se rompió

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Un segundo instructor de la Academia Naval de los Estados Unidos fue implicado en el escándalo de mala conducta sexual que sacude al mundo militar. Se trata del mayor Michael Petrus, quien fue removido de su posición por los incómodos líderes de la academia, quienes alegaron que no habían sido advertidos de la acusación que una ex estudiante había hecho contra él.

El reasignamiento llegó luego de que una nueva investigación sobre el mayor Mark Thompson, quien fue condenado en 2013 por tener sexo con dos guardiamarinas mientras era maestro en la academia. En una sorpresiva marcha atrás, Petrus –un testigo clave de la defensa de Thompson durante su juicio marcial– se mostró ahora de acuerdo con testificar contra su amigo de muchos años.

"Seré testigo para el fiscal", le indicó Petrus a The Washington Post durante una entrevista hecha el domingo. Petrus, un veterano de combate condecorado, dijo que las autoridades militares se acercaron a él luego de las revelaciones hechas el último mes.

Durante el juicio a Thompson en 2013 en el Washington Navy Yard, Petrus desafió el testimonio dado por las denunciantes de su amigo, Sarah Stadler y una compañera de clase menor. Luego, después de ser señalado por Stadler en el proceso, Petrus fue investigado por haber sido parte de un trío con ella y Thompson en 2011. Bajo las leyes militares, si un oficial tiene sexo con un guardiamarino comete un delito, al igual que si participa en un trío sexual.

La investigación, de acuerdo con los registros militares, terminó después de que Petrus se negara a colaborar. Un año después, en 2014, el Cuerpo de Marines lo asignó a enseñar historia a guardiamarinos en Annapolis, donde también actuó como mentor de estudiantes que aspiraban a convertirse en marines.

En medio de la tormenta, el comandante John Schofield, vocero de la Academia Naval, dijo que Petrus no tendría más permiso para estar en un aula. La escuela, indicó Schofield, no tenía "conocimiento" de la acusación hecha contra Petrus antes de la historia publicada por The Washington Post sobre Thompson.

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Stadler supo por primera vez que Petrus se había convertido en maestro de la escuela cuando fue contactada por el diario en enero último. "Estaba increíblemente disgustada y desalentada", dijo, "porque no podía creer que alguien que había roto leyes y reglas conscientemente... estaba ahora trabajando en una institución donde se suponía que debía interactuar e influir sobre jóvenes guardiamarinos".

La nueva investigación sobre Thompson recobró vida luego de que se revelara parte del contenido de los mensajes de texto del celular de Stadler, que se suponía perdido. Los más de 650 mensajes que intercambió con Thompson contradecían lo que el mayor dijo en el juicio que decidió expulsarlo de los Marines.

Algunos de los textos también se referían a un tal "Mike", que Stadler identificó como Petrus. Uno de esos mensajes indica que ella fue a la casa de Thompson un día que Petrus estaba en su casa de Annapolis. Consultado por un reportero acerca de si tuvo sexo con Stadler, Petrus no respondió. "No haré comentarios al respecto", señaló.

Amigos en combate

La unión entre Petrus y Thompson se forjó hace más de una década, cuando ambos hombres se prepararon para la guerra luego de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001. Les asignaron sus pelotones el mismo día: Thompson para el de los francotiradores, Petrus a Infantería. Pero cuando el primero mencionó que tenía mucha experiencia con la infantería, un coronel lo reasignó.

"Terminó por cambiar nuestras vidas", testificó Thompson.

Petrus peleó en la Segunda Batalla de Fallujah, donde perdió a dos hombres durante uno de los más terribles intercambios de fuego desde la Guerra de Vietnam.

Ambos volvieron a encontrarse en Quantico en 2005 y estuvieron cerca en los años siguientes, tiempo en que el combate definió mucho de la vida pública de Petrus. En ese tiempo, The Washington Post sacó a la luz una historia sobre miembros en servicio que se tatuaban en honor a sus camaradas caídos.

También ofreció discursos acerca de su experiencia. En Facebook, el oficial usualmente hacía referencia a los marines con los que había luchado y la carga que llevaba por aquellos que no habían regresado a su hogar.

En abril de 2011, Petrus viajó a Annapolis para dar una presentación sobre liderazgo en el terreno de combate a los estudiantes de Thompson. Fue durante ese viaje que, según contó Stadler, tuvo sexo con ambos hombres.

El 26 de abril de 2011 a las 23:54 ella le escribió a Thompson: "Gracias, te veo mañana para correr".

"Agendado a las 1600 para correr mañana", le respondió en lenguaje militar para significar las 4 de la tarde.

"Suena bien", contestó ella.

Stadler explicó que ellos usaban referencias al ejercicio como un código para referirse al sexo.

Unos minutos después, Thompson continuó: "Tengo un orador invitado mañana si quieres pasar".

¿Dónde?

Primer piso en Sampson 115. Estaré en el pasillo.

Seguro, habrá otro invitado. No te sentirás desubicada.

Ese Mike, dijo Stadler, era Petrus, quien luego testificaría en el juicio de Thompson que él habló con los estudiantes al día siguiente. Ella señaló que Thompson quería que ella lo viera.

"Para mí era la primera vez que lo vería", dijo y agregó: "Y debía sentenciarlo con mi pulgar hacia arriba o hacia abajo".

Stadler lo aprobó, testificó y a las 15:48 envió un mensaje a Thompson.

–Al frente.

Dos horas después, le envió otro mensaje: "¡El mejor ejercicio! Gracias".

Petrus se negó a confirmar si había visto a Stadler ese día. Ambos se hicieron amigos en Facebook en 2011, aunque no está claro cuando dejaron de serlo.

Stadler no volvió a ver a Petrus hasta 2013, cuando debió testificar ante la corte marcial durante el juicio a Thompson en Washington, donde pudo verlo en el lobby del hotel donde se alojaban los testigos. Cuando miró a Petrus a los ojos sintió que la sangre se revolucionaba en su interior y le subía a la cara, según contó a los investigadores. Supo de inmediato quién era.

Lo reportó ante las autoridades navales, pero la acusación sólo se discutió en privado. Se realizó una investigación, las autoridades entrevistaron a Stadler, inspeccionaron su registro y no pudieron conseguir la imagen del hotel donde supuestamente había visto a Petrus. La invetigación terminó cuando se confrontó al marine. Se negó a cooperar, de acuerdo con los registros militares, e invocó su derecho a no declarar.

El testimonio de Petrus durante el juicio se basó en un incidente que habría ocurrido pocos días después de que él visitara Annapolis.

En la noche del 30 de abril de 2011, Stadler y una amiga –ambas conocían a Thompson del equipo de rifle de la escuela– fueron al juego anual de croquet entre la academia y Saint Johns College. Después de eso, se detuvieron en la casa de Thompson, a pocas cuadras del campus.

Las mujeres manifestaron que Thompson les sirvió shots de tequila antes de jugar strip poker e ir a su habitación, donde los tres tuvieron sexo. Stadler señaló que el sexo fue consensuado y parte de la relación que mantenían. Pero su amiga indicó a las autoridades que estaba demasiado borracha para dar consentimiento a tener sexo y dijo que fue violada.

El testimonio de Petrus fue esencial para refutar la historia. Contó a la corte marcial que luego de retornar de Annapolis a su casa en Carolina del Norte, él y su ex esposa se vieron envueltos en una fuerte discusión. Dijo que el episodio lo llevó a hablar por teléfono con Thompson en varias ocasiones esa noche, la misma en que las mujeres aseguran haber tenido sexo con él. En una de esas conversaciones, dijo que Thompson le contó que dos estudiantes pasaron por su casa borrachas, que usaron el baño y se fueron.

Petrus volvió a testificar que fue nuevamente a la academia hacia fines de 2011. Allí, dijo, se vieron con la amiga de Stadler. Ella testificó que era la primera vez que veía a Thompson desde que lo denunció por violación. Dijo que se sintió incómoda durante la conversación. Pero Petrus dio una versión diferente, asegurando que la mujer se comportó de manera "infantil" y para nada "incómoda".

Thompson volvió a hablar de ella durante la noche, dijo Petrus. "Esa era una de las guardiamarinas que vino a mi casa esa vez. ¿Recuerdas cuando te conté eso en primavera?", le comentó su amigo. "Oh, sí", le respondió.

Ambos continuaron muy cerca uno de otro los años siguientes, hablando incluso cuando Thompson pasó dos meses en una prisión militar y durante el tiempo en que intentó limpiar su nombre. Petrus, entretanto, volvió a casarse.

El día que la comisión administradora falló a favor de Thompson, meses antes de que Petrus comenzara a enseñar en la academia, los hombres volvieron a enviarse mensajes de texto.

"¡Terminó!", escribió Thompson.

"¡Sí!", respondió Petrus y agregó 21 signos de exclamación a su mensaje. "¡Terminó la pesadilla!".

Thompson replicó con una sonrisa y al día siguiente volvió a enviar: "Los vencí".