Abrupta toma de ganancias en la Bolsa porteña

El índice Merval perdió 3,9%, hasta los 13.533 puntos, detrás de los descensos de los mercados internacionales. Encabezaron las pérdidas los sectores financiero y petrolero

Reuters 162

Las acciones y los bonos argentinos bajaron este lunes por tomas de ganancias, tendencia que acompañó a las plazas externas y en sintonía a negocios que buscan acomodarse tras la exitosa colocación de deuda con la que el país cerró un conflicto con tenedores de títulos incumplidos en Estados Unidos.

El índice Merval de la Bolsa de Buenos Aires cayó un 3,9% a 13.374 unidades, donde se destacaron las mermas anotadas en acciones de los segmentos financiero y petrolero.

Las pérdidas bursátiles se explican en un contexto internacional adverso por la caída del precio del petróleo y la expectativa de los mercados antes la próxima reunión de la Reserva Federal, además del impacto negativo que generaron versiones sobre la posibilidad de que el Gobierno promueva la venta de acciones que la ANSeS posee en una veintena de empresas.

Esa posibilidad está lejos de concretarse en el corto plazo, si se tiene en cuenta que la ley vigente, aprobada en los finales de la gestión de la ex presidente Cristina Kirchner, obliga a contar con por lo menos dos tercios de los diputados y senadores para destrabar la operación.

De todos modos, el impacto se hizo notar, al punto que las tres acciones con caídas más pronunciadas en el panel Merval son de empresas en las que la ANSeS tiene participación accionaria: Aluar (-5,8%), YPF (-4,7%) y Grupo Financiero Galicia (-4,5%). Todas las líderes cerraron en terreno negativo.

"Todos los planetas se juntaron para presionar una casi esperable corrección bajista en la Bolsa de Buenos Aires, una vez superado el efecto holdouts", afirmó el analista Carlos Zuco, en diálogo con Nosis.

Las bajas se daban por fuertes tomas de ganancias después de los marcados incrementos registrados en las últimas semanas ante la salida del default por parte del Estado argentino, con el pago a los llamados fondos "buitre" y otros holdouts.

"Wall Street arranca la semana extendiendo la tónica más cautelosa de las últimas ruedas, a la cual se sumaron los activos domésticos que aprovecharon para impulsar una corrección tras el festejo por la salida del default, y a la espera de nuevas emisiones provinciales y corporativas", explicó Gustavo Ber, economista del Estudio Ber.

Al concluir la jornada, el Índice General de la Bolsa se ubicó en los 577.104 puntos, con un descenso del 3,2%, en tanto que el Merval 25 retrocedió el 3,8%, hasta las 14.289 unidades.

El volumen de negocios operados en acciones totalizó 177,5 millones de pesos (USD 12,2 millones), con un resultado de 17 subas, 52 descensos y cuatro títulos sin cambios en su cotización.

El índice Merval avanza 14,6% desde que comenzó 2016

Wall Street bajó con el mercado cauteloso a la espera de datos de empresas y decisiones de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos: el Dow Jones y el Nasdaq perdieron 0,2 por ciento. El índice industrial Dow Jones cedió 26 puntos a 17.977 unidades.

"La lateralización de la última semana en los mercados externos no necesariamente debe recibir una lectura negativa, sino que quizás sea una transición a nuevos máximos", aportó Augusto Posleman, director de Portfolio Personal.

El petróleo bajó este lunes en Nueva York debido a preocupaciones por la elevada oferta estadounidense en un mercado que ahora parece expuesto a la inestabilidad tras varias semanas de alza.

El barril de "light sweet crude" para junio (WTI), que había ganado unos 7 dólares en las pasadas tres semanas, bajó 1,09 dólares y quedó en 42,64 dólares.

El Gobierno suscribió bonos por un total de USD 16.500 millones y marcó el retorno de la nación a los mercados internacionales de capitales tras 15 años de ausencia.

"Pese a la baja de hoy (lunes), los inversores mantienen el apetito por la renta fija y variable ya que los retornos son interesantes", comentó un operador.

Los bonos en el Mercado Abierto Electrónico (MAE) operaron con una baja promedio del 0,3%, con un riesgo país argentino medido por el banco JP Morgan que subió cuatro unidades a 386 puntos básicos. Los nuevos títulos emitidos por Argentina se mantenían firmes en un contexto de reducidos negocios.