El presidente iraní, Hassan Rohani, advirtió en duros términos a los Estados Unidos que habrá una "reacción seria y muy fuerte" de parte de la República Islámica si el gobierno de Barack Obama no cumple y hace cumplir las promesas de conceder el total levantamiento de las sanciones contra su país; incluyendo el descongelamiento de activos en distintos bancos del mundo por miles de millones de dólares, que según Rohani, el presidente Obama se comprometió personalmente a supervisar y llevar adelante con la República Islámica de Irán al firmar recientemente el acuerdo nuclear.
La advertencia de Rohani viene acompañada de un aumento significativo en la presencia y desplazamiento de efectivos militares iraníes en el Golfo Pérsico, con altos comandantes del régimen de Teherán declarando que "los EEUU están asustados ante las capacidades y destrezas militares que Irán está mostrando en la región".
"Debemos monitorear, vigilar y verificar el comportamiento del otro lado", dijo Ruhani, citado por los medios de comunicación controlados por el Estado iraní luego de una reunión de gabinete en Teherán, y en clara referencia al Acuerdo Nuclear. "Si vemos cualquier retraso o un mínimo de incumplimiento del lado estadounidense, ellos conocerán que nuestras reacciones serán extremadamente serias y firmes."
Rohani emitió la advertencia después de que el canciller iraní Javad Zarif y el secretario de Estado John Kerry se reunieran en Nueva York el miércoles para discutir sobre el malestar de Irán ante la falta de acceso a los mercados internacionales luego de la firma del acuerdo nuclear.
Los líderes iraníes han comenzado a trabajar con socios europeos en las últimas semanas para presionar a la administración del presidente Obama pues consideran que se está vetando a Irán el acceso al sistema financiero de EEUU, y particularmente al dólar. El gobierno de Obama tranquilizó a sus congresistas informando que este tipo de acceso no será concedido a Irán ni fue prometido como parte del acuerdo nuclear.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán dijo que Kerry y Zarif debatirán estas cuestiones en su próxima reunión, la que está siendo organizada para la semana que viene. Teherán quiere dejar resuelto ese punto antes de finales de abril y ha mostrado su profundo malestar ante lo que considera "una traición" que está mostrando Washington.
La administración Obama ha negado que estos reclamos iraníes hayan sido producto de aspectos incumplidos del compromiso que dio lugar al Acuerdo Nuclear. "Se han tratado diferentes cuestiones relacionadas con la aplicación del compromiso de Estados Unidos y la eliminación de obstáculos a Irán para que pueda hacer pleno uso de las ventajas del acuerdo", fue la respuesta de la Casa Blanca a lo que considera infundados reclamos por parte de Teherán.
Sin embargo, según declaraciones de Hossein Ansari, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán, citado el mismo jueves por la mañana por la Agencia Fars News, "Estados Unidos ha estado influenciando negativamente a sus socios europeos para que ellos sean reticentes a cumplir lo que han firmado con Irán".
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Según el presidente Rohani, Irán espera que en la próxima reunión entre Kerry y Zarif queden zanjadas estas "malas" acciones norteamericanas y se pueda discutir a fondo las diferencias pendientes en relación con el acuerdo nuclear.
"Si ellos no cumplen -en clara alusión Estados Unidos y Europa- no deberían sorprenderse de las duras represalias que la República Islámica estudia aplicar", sostuvo el presidente de Irán.
Los dichos de Rohani no solo dispararon una nueva escala verbal entre Irán y Occidente sino que inquietaron a Europa y a EEUU, y no pasaron desapercibidos en el Consejo de Cooperación de los Países del Golfo (CCPG), que ha solicitado la reunión urgente de sus miembros a celebrarse en Riad en el transcurso de la semana que inicia a efectos de estar alertas en todos los aspectos de la seguridad regional del mundo árabe sunita dadas las declaraciones del presidente de Irán y el curso que puedan tomar los acontecimientos ante los desplazamientos militares iraníes en aguas del estrecho de Ormuz y en el Mar Arábigo.