Aumenta la tensión en la frontera entre Guatemala y Belice, luego de que el gobierno guatemalteco desplegara sus tropas tras el asesinato de un niño de 13 años a manos de soldados beliceños durante un confuso episodio.
"Es un cobarde y desmedido ataque que tiene la total condena del estado de Guatemala", dijo el presidente Jimmy Morales desde Estados Unidos, donde se encuentra de gira.
Las autoridades guatemaltecas dijeron que Julio René Alvarado Ruano fue atacado junto a su padre y hermano mientras trabajaban en un campo en Melchor de Mencos, en la frontera con Belice.
Carlos Alberto Alvarado Ramírez, de 48 años, y Alberto Alvarado, de 11 años, resultaron heridos.
Por su parte el Primer Ministro de Belice, Dean Barrow, que calificó de "inflamatoria" a la reacción de Guatemala, indicó en un comunicado que una patrulla de su ejército investigaba el miércoles desmontes ilegales en una zona protegida ubicada en el área de la Cebada, en el oeste de Belice, cuando fue atacada y respondió "en defensa propia". Fue esta patrulla la que encontró el cuerpo del niño y lo trasladó a la ciudad de Belice.
También detuvieron a José María Antonio Reyes, de 33 años, a quien entregaron a la policía.
De inmediato el canciller de Guatemala, Carlos Raúl Morales, manifestó que no cree en la "excusa" e informó que el niño murió por "ocho impactos de bala de un rifle militar" y "por la espalda".
Las autoridades beliceñas lamentaron la muerte pero pidieron a la Organización de los Estados Americanos, que ya es mediadora en el conflicto limítrofe, que interceda para esclarecer el confuso episodio.
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