"En Argentina todos jugamos fútbol. Yo jugué desde muy chico", dijo el entrenador de 53 años sobre sus inicios con la pelota en Santa Fe, ligados a su padre y su tío que se desempeñaron en equipos amateur.
Siempre fue delantero, de adolescente se mudó a Buenos Aires, y tras de un par de meses en Chacarita, se probó en Boca y quedó en las inferiores. Debutó el 10 de octubre de 1981 en La Bombonera ante San Lorenzo de Mar de Plata.
"Entré faltando unos 20 minutos y el primer pase que recibí me lo dio Miguel Ángel Brindisi. El segundo fue de Maradona. Después Diego me dio otro con el que me dejó mano a mano con el arquero rival, pero me la tapó", contó Horacio Matuszyczk, hoy DT de Trujillanos.
"Son recuerdos que tengo de ese día, de mi debut allá en La Bombonera, con un estadio a full, tan cerrado que sientes que la gente se te viene encima, es sensacional", dijo. Pero tras 20 partidos con el "Xeneize" se marchó sin hacer goles.
Su trayectoria como jugador continuó en Racing y Temperley en Argentina, Unión Española y Cobresal de Chile, Minervén del Callao y Marítimo de Venezuela, país donde se quedó a vivir y debutó como DT.
Minervén, Monagas, Angostura, Tucanes, fueron sus primeros pasos como entrenador hasta que en 2014 llegó a Trujillanos, donde hizo una revolución. El juego del equipo mejoró y se hizo protagonista de la liga local.
Con posesión del balón, equilibrio defensivo y vocación ofensiva fue campeón ese año y se clasificó para jugar la Copa Libertadores por segunda vez en su historia. En este certamen también hizo historia al conseguir su primera victoria en la fase de grupos.
Con goles de Cova y Sosa, Matuszyczk llevó a Trujillanos a superar a The Strongest por 2 a 1 y así estampó su nombre entre los ganadores de la Copa Libertadores. Un logro con acento argentino en un club con solo 35 años de historia.