La declaración de Netanyahu de que el Golán "permanecerá para siempre como parte de la soberanía de Israel" causó el rechazo abierto del portavoz del Departamento de Estado de los EEUU, John Kirby, quien el lunes último declaró a la prensa estadounidense que el gobierno del presidente Barack Obama "no considera los Altos del Golán como parte integral del territorio de Israel a pesar de la afirmación de Netanyahu del pasado domingo en reunión con su gabinete en Jerusalém", informó el diario Haaretz.
"La posición de EEUU sobre el tema no ha cambiado", dijo Kirby en rueda de prensa en sus oficinas del Departamento de Estado en Washington. "Esta posición fue mantenida por ambos gobiernos demócratas y republicanos. Esos territorios no son parte de Israel y su consideración debe determinarse a través de negociaciones", agregó.
En línea con la posición estadounidense, se conoció un comunicado el mismo lunes a través del cual el Ministerio de Asuntos Exteriores alemán expresó: "Es un principio básico del derecho internacional y la Carta de la ONU que ningún estado puede reclamar el derecho de anexar el territorio de otro estado." Las declaraciones del comunicado alemán también fueron publicadas por el medio israelí Haaretz.
La Liga Árabe y Hezbollah también criticaron la declaración de Netanyahu sobre el Golán. Mientras que Siria respondió a Netanyahu con la promesa de reconquistar la región a la que asigna su titularidad jurisdiccional e ir más allá, incluso en territorio de Israel en el momento que militarmente lo crea oportuno.
Israel tomó el control del Golán sirio durante la Guerra de los Seis Días en 1967 y oficialmente lo anexó en 1981, aunque ello ha sido un movimiento político israelí no reconocido plenamente por la comunidad internacional.
La declaración de Netanyahu irrumpió en la escena política regional e internacional generando turbulencias y se desprende de un informe filtrado por la inteligencia estadounidense que incluye el borrador de un acuerdo de paz para poner fin a era del presidente Bashar al Assad y a la guerra civil siria que lleva más de 5 años, y solicita a Israel que ceda el control del Golán a un futuro presidente y gobierno sirio en la etapa post Assad. En la región viven 21.000 ciudadanos israelíes y 22.000 árabes drusos que optaron por desechar la ciudadanía siria y en su lugar se convirtieron en ciudadanos israelíes.
Las Alturas del Golán formaron parte de viejos diálogos llevados adelante en la década de los años '90, aquellas rondas de negociaciones se conocieron como "tierras a cambio de paz" con Siria y fueron ampliamente discutidas en aquellos años por sectores del pueblo israelí que incluso hoy apoya esa idea.
Más allá de la posición de la Liga Árabe -en curiosa consonancia con Hezbollah-, los Estados árabes, sobre todo los del Golfo, aunque sin crítica, consideran que las declaraciones alemanas y norteamericanas sobre el Golán no hacen más que fortalecer un marco positivo para la dictadura siria de Assad y es una muestra de "la debilidad estadounidense y europea" que otorga una luz verde para que Irán prosiga con sus planes "expansionistas" en el mundo árabe.
El analista político Hassan al-Barari se hace eco del temor de los árabes ante las ambiciones territoriales de Irán en Oriente Medio y se pronunció en el diario catarí iAl Sharq/i en contra de la política occidental que presiona a los israelíes al tiempo que apacigua a Teherán.
"Irán ha intervenido en Irak, el Líbano y Siria, y está viendo que no tiene que pagar ningún precio por ello; al contrario, las grandes potencias han llegado a acuerdos con su régimen. También existe la impresión de que Estados Unidos y la Unión Europea están evitando un enfrentamiento militar con los iraníes y sus grupos terroristas aliados como Hezbollah", afirmó al-Barari.
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El periódico egipcio Al-Wafd publicó declaraciones sobre el tema de Hani al-Yamal, político e investigador regional, en ellas al-Yamal afirma que el pronunciamiento de EEUU y Alemania implica que la comunidad internacional ha aceptado a Irán como potencia nuclear primero, cuando se perfecciono el acuerdo por el Dossier atómico iraní, y que ahora se lo vuelve a favorecer aceptando de forma indirecta la política de expansión de la revolución islámica que, en definitiva, es la que sostiene a Hezbollah ocupando el Líbano y a Bashar alAssad en el poder pese al desastre de la guerra civil siria. Yamal predice que la administración Obama y la Unión Europea indirectamente coloca a Irán y a algunos países árabes, como Arabia Saudita o Egipto, en curso de colisión inevitable.