Un berrinche de vez en cuando. Ok. Una cuota de "rebeldía" frente a la autoridad paterna. Está bien. Desafiar un límite. Es entendible. Ahora, que el niño de la casa maltrate a sus padres y tenga conductas agresivas verbales o físicas entra dentro de lo que en Psicología se conoce como "síndrome del niño emperador".
Se trata de chicos que maltratan a sus padres y se manifiesta mediante reproches compulsivos, ataques de ira, insultos, golpes, tirar cosas, manipulaciones y amenazas, entre entre otros "síntomas".
El licenciado en Psicología Santiago Gómez, director de Decidir Vivir Mejor y del Centro de Psicología Cognitiva, explicó que "las acciones agresivas pueden ser diferentes, ya que dependen de la edad que el chico presente".
El niño tiene que poder experimentar a lo largo de la crianza tiempos de espera, de renuncia, aceptar un 'no' como respuesta
Y enumeró algunos de los comportamientos que aparecen con más frecuencia: alto grado de impulsividad, oposicionistas-desafiantes, baja tolerancia a la frustración y conductas transgresoras frente a los límites que los padres tratan de poner.
"Hoy los psicoanalistas recibimos muchos padres preocupados porque los niños no responden adecuadamente, no se ajustan a ningún límite ya sea cotidiano como escolar. Estas son las consecuencias de los niños que se muestran como autoritarios o como pequeños tiranos", describió a Infobae la licenciada en Psicología Sandra Vorobechik, secretaria del Centro de Investigación y Orientación Comunitaria Dr. Arnaldo Rascovsky, de la Asociación Argentina de Psicoterapia para Graduados.
Para ella, debe marcarse una diferencia entre el concepto de "su majestad el bebé", que suele mencionarse cuando nace un nuevo integrante en una familia, en referencia a la híper disponibilidad de los padres a mimar, satisfacer y atender a ese niño como un príncipe o una princesa y el llamado "síndrome de emperador".
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