"La decisión de escoger un nuevo presidente quedará exclusivamente al pueblo venezolano", matizó Lula al asegurar que no quería "interferir en las cuestiones internas de Venezuela". "Pero no puedo dejar de dar mi testimonio en nombre del futuro del país tan querido por el pueblo brasileño, pero también en nombre del Mercosur", señaló Lula en el spot de campaña a favor del chavista en las presidenciales de 2013, tras el fallecimiento de Chávez.
El ex presidente recordó que tuvo la oportunidad de "convivir" con Maduro durante sus años como canciller de Venezuela, del 2006 al 2012, y aseguró que jugó un papel "decisivo" para lanzar proyectos integradores como la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
Lula, que fue un gran aliado y amigo del fallecido presidente Hugo Chávez. De hecho, estuvo en Caracas para visitar la capilla ardiente del mandatario junto a la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff.
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En la actualidad, el brasileño pasa su peor momento político. Acusado por la Justicia de su país pro lavado de dinero, ocultamiento de patrimonio y corrupción, no pudo asumir como jefe de Gabinete de Dilma. Esa era la estrategia que los petistas habían diseñado para blindarlo de todos los procesos legales, pero varios amparos dieron cuenta de la maniobra y lo alejaron de la función.
Además, la Cámara de Diputados acaba de aprobar el juicio político contra su sucesora por maquillaje de las cuentas públicas. En esto días, será el Senado quien vote y de dar luz verde al impeachment será desplazada de la presidencia durante los 180 días que dure el proceso en su contra.