Los taxistas están dispuestos a todo. Luego de que la Justicia ordenara al gobierno porteño la suspensión de la actividad de la compañía en la Ciudad de Buenos Aires —y mientras la Fiscalía avanza con allanamientos en domicilios vinculados con la firma—, crece la cantidad de casos de choferes de taxi que, con la ayuda de la aplicación, salen a "cazar" conductores de la red Uber para retirar sus vehículos de circulación. Durante este fin de semana, fueron registradas al menos cuatro detenciones bajo esa modalidad.
El caso más reciente ocurrió este domingo a la mañana en el barrio porteño de Recoleta, donde un Fiat fue abordado en la intersección de Junín y Las Heras. Según explicaron los propios taxistas, detectaron que se trataba de un vehículo vinculado a Uber gracias a la aplicación. "Sencillamente es bajar la aplicación. Con el GPS aparece", afirmaron. Y explicaron: "Estamos cooperando con la legislatura porteña, que está de acuerdo con nosotros para que se termine con este sistema de transporte totalmente ilegal".
En diálogo con Crónica TV, el conductor aprehendido manifestó que está desocupado hace 6 meses, tiene 5 hijos y vio en Uber una fuente de trabajo. Visiblemente angustiado, contó que los choferes le abrieron la puerta por la fuerza, lo amenazaron e intentaron confiscarle el teléfono celular.
"Que no tengan miedo en las calles. Que se paren cuando nosotros les digamos que se paren. Si les pedimos alguna cosa, colaboren. Si el gobierno de la Ciudad no lo hace, está buscando que nosotros seamos más violentos", advirtió un taxista.
Otro de los casos ocurrió el sábado por la tarde en Coronel Díaz y Beruti, en pleno barrio de Palermo. Allí, un taxista utilizó a su propia esposa como carnada: ella, cómplice del hecho, solicitó un coche a través de la aplicación para que, una vez a bordo, un grupo de choferes rodeara el auto a fin de atrapar al hombre. Imágenes difundidas por el canal de noticias TN mostraron cómo una multitud aguardaba la llegada de la grúa que más tarde acarrearía el vehículo, dentro del cual se encontraba cautivo el conductor de Uber, en compañía de la falsa pasajera.
En tanto, minutos después de la medianoche de ayer, en Callao y Corrientes sucedía algo similar. En esa oportunidad, dos taxis cerraron el paso a un auto asociado al servicio y de inmediato los choferes descendieron del vehículo, increparon al conductor y golpearon su vehículo para que se bajara. Pero, afortunadamente, en el acto dos efectivos policiales se acercaron e impidieron que el hombre al mando del coche particular fuera atacado. Mientras tanto, una decena de taxis bloqueaban dos carriles de Callao en apoyo a la medida de fuerza. La escena se resolvió cuando un policía de tránsito le hizo la infracción correspondiente al conductor y una grúa de la Ciudad trasladó su auto.
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