Este miércoles el Departamento de Estado norteamericano presentó ante el Congreso el reporte anual sobre las violaciones de derechos humanos cometidas en el mundo. El extenso estudio incluye duros informes sobre los gobiernos "autoritaritas" de Rusia y China.
"La Federación de Rusia tiene un sistema político altamente centralizado, autoritario, dominado por el presidente Vladimir Putin", reza la introducción del informe sobre Moscú.
El estudio realizado por el Departamento de Estado remarca la intervención del Poder Ejecutivo en el sistema político y electoral del país, apuntando como ejemplos las elecciones a la Duma en 2011 y las presidenciales de 2012.
Uno de los puntos más álgidos del extenso informe, que le valió un fuerte repudio internacional en 2014, es la ocupación y supuesta "anexión" de la península ucraniana de Crimea. Esto afectó "significativamente" la situación de los derechos humanos, según el reporte.
En línea con lo que vienen denunciando las potencias occidentales desde el inicio del conflicto de Ucrania, el gobierno de Putin continúa con el entrenamiento, equipamiento y abastecimiento de los rebeldes prorrusos en las regiones de Donetsk y Lugansk, en el este ucraniano.
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Aunque el Kremlin desmiente estas acusaciones, observadores internacionales y organizaciones no gubernamentales de derechos humanos le atribuyen miles de muertes y civiles heridos, como parte de los abusos generalizados contra los derechos humanos.
El informe del Departamento de Estado de EEUU también da cuenta de otro tipo de violaciones perpetradas por Moscú. Entre ellas se destacan las torturas ejercidas contra sospechosos para obtener información, detenciones arbitrarias, un extenso control sobre la prensa, múltiples casos de discriminación y casos de corrupción en la cúpula del gobierno.
Con respecto a la situación en China, la introducción es similar a la del informe de Rusia: "La República Popular de China (RPC) es un Estado autoritario en el que el Partido Comunista Chino (PCC) es la autoridad suprema".
El reporte remarca la influencia que tiene el PCC en el esquema gubernamental y la falta de participación de otros espacios. "Los miembros del PCC tienen casi todas las primeras posiciones del gobierno y del aparato de seguridad. La máxima autoridad recae en los 25 miembros del Politburó del PCC, y sus siete miembros del Comité", señala el informe.
"La represión y la coerción aumentaron notablemente, durante el año, contra las organizaciones e individuos involucrados en la defensa de los derechos civiles y políticos", agrega el estudio presentado en el Capitolio.
Cientos de abogados fueron acosados y hasta detenidos en lugares secretos por meses sin cargo alguno y sin posibilidad de contar con una defensa jurídica o de tener acceso a miembros de su familia.
Además de reprimir la opinión pública, el régimen chino también continuó, el año pasado, con una fuerte censura y control sobre las redes sociales y los medios de comunicación.
Una de las violaciones más criticadas a nivel internacional son las ejecuciones llevadas a cabo en el gigante asiático. Entre ellas se destacan ejecuciones extrajudiciales y otras "sin proceso".
Al igual que en el caso ruso, también se denuncian detenciones no oficiales en los centros conocidos como "cárceles negras", torturas y confesiones forzadas de los presos.