Austria quiere evitar que la casa natal de Adolf Hitler se convierta en un santuario nazi

Las autoridades buscarán expropiar el edificio, en el corazón de la ciudad de Braunau am Inn, para evitar que los neonazis lo usen en beneficio propio. La propietaria se niega a vender la propiedad

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 EFE 163
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Austria quiere hacerse con la casa natal de Adolf Hitler para poner fin a una larga batalla legal e impedir que el edificio se convierta en un templo neonazi.

"En los últimos años hemos llegado a la conclusión de que la expropiación es la única forma de evitar que el edificio sea usado en beneficio de los (simpatizantes) nazis", dijo este sábado a la prensa local el vocero del ministerio del Interior, Karl-Heinz Grundboeck.

Según él, el ministerio está verificando la legalidad de su pretensión, tras lo cual "tomará las medidas legales apropiadas". El portavoz puntualizó que en ese caso el gobierno indemnizará a la actual propietaria.

La casa en cuestión, donde Adolf Hitler nació el 20 de abril de 1889, se encuentra en el corazón de la ciudad de Braunau am Inn.

"A favor de la paz, la libertad y la democracia. Fascismo nunca más, advierten millones de muertos"

Sólo una piedra, erigida a modo de memorial, da pistas sobre su particularidad, con un lema que dice "A favor de la paz, la libertad y la democracia. Fascismo nunca más, advierten millones de muertos".

La casa de fachada amarilla lleva vacía desde 2011, cuando el gobierno se metió en una batalla legal con la propietaria, Gerlinde Pommer. Su familia es propietaria del edificio desde hace más de un siglo, exceptuando un breve período durante la Segunda Guerra Mundial.

En 1972, el gobierno austriaco firmó un contrato de alquiler con Pommer para que el edificio no se convirtiera en un lugar de peregrinación de neonazis. En virtud de ese contrato, el lugar se convirtió en un centro para discapacitados.

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Pero en 2011, el contrato se rompió de forma abrupta cuando Pommer se negó a permitir unas obras de renovación. Igualmente, rechazó una oferta de compra del ministerio del Interior.

Entre los 17.000 habitantes de Braunau, algunos quieren que sea un centro de refugiados, y otros un museo consagrado a la liberación de Austria.

Algunos han pedido su demolición, pero al encontrarse en el centro histórico de la localidad, está protegido.

Cada año, en el aniversario del nacimiento de Hitler, decenas de militantes antifascistas se manifiestan frente al edificio, en el número 15 de la calle Salzburger Vorstadt.


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