En los 90 fue un boom, y hoy ya quedó lejos de ser una moda para transformarse en un clásico. En Buenos Aires el sushi es una comida de gran popularidad, y existen muchísimos restaurantes que ofrecen todo tipo de variedades, ya sean más clásicas o más aventureras, o más propiamente japonesas o norteamericanas, o con la influencia peruana llamada "Nikkei".
Sin embargo, los orígenes de esta comida se encuentran mucho más atrás en el tiempo, y para rastrearlos es necesario viajar hacia una época lejana, antes del siglo IV a.C. en el sudeste asiático. Fue de allí de donde pasó al sur de China para llegar finalmente a Japón.
Evolución del sushi
El sushi primitivo se conoce como narezushi, y consistía en pescado salado y envuelto en arroz fermentado, guardado en barriles por un mínimo de seis meses. Este procedimiento permitía conservarlo, además, por seis meses más. A la hora de consumirlo, el arroz se descartaba, ya que sólo se usaba como forma de preservación. Este Narezushi es el que llegó a Japón alrededor del siglo 8 D.C. Allí empezó a consumirse una variedad con apenas un mes de maceración, lo que también permitía consumir el arroz, que tenía un sabor avinagrado.
A partir del desarrollo del vinagre de arroz, comenzó a usarse para imitar la acidez que daba el ácido láctico del pescado al arroz durante la fermentación. Esto permitió que el tiempo necesario para consumirlo se redujera considerablemente y en distintas regiones de Japón empezaron a aparecer distintos tipos de sushi, con gran variedad de ingredientes y formas.