"Que tu medicina sea tu alimento, y el alimento tu medicina", reza la conocida frase de Hipócrates, que apunta a que toda enfermedad puede ser combatida con un cambio de hábitos alimenticios concreto. Y si hay mal al que el dicho aplica en un 100% es la obesidad, que de un tiempo a esta parte se convirtió en epidemia y es la principal responsable del aumento de los casos de diabetes tipo 2.
Los especialistas aseguran que la obesidad y la sobrealimentación son las causas más habituales de diabetes. Y que luego de varios años de desbordes alimentarios es esperable que se desencadene la enfermedad por haber exigido por demás al páncreas.
El cuidado por la alimentación comienza al momento de hacer las compras en el supermercado. Y la conciencia que se tenga en ese momento sobre lo que es saludable para el organismo y lo que no se verá reflejado en la mesa familiar de todos los días y, por ende, en la salud. Pero, ¿se puede ser racional al momento de comprar comida?
¿Por qué a pesar de que tantos congresos, profesionales y facultades enteras que hablan de nutrición y alimentación, los problemas de la obesidad y la enorme cantidad de enfermedades que de ella proceden continúan en aumento?
Con motivo de conmemorarse el Día Mundial de la Salud, y dado que el objetivo de este año es la concientización sobre la diabetes, Infobae quiso ahondar en estas preguntas y recorrió las góndolas de un hipermercado con una médica clínica y endocrinóloga para conocer cuán libre es una persona cuando compra alimentos.
La doctora María Alejandra Rodríguez Zía (MN 70.787) habló del neuromarketing como "una subespecialización del marketing que estudia el comportamiento íntimo del cerebro, a nivel científico y su predilección inconsciente hacia los alimentos". Y destacó que, como todo, puede ser dirigido a algo muy bueno o muy malo.
"Ni bien una persona entra al supermercado lo primero que encuentra son grandes góndolas armadas con los productos adictivos más importantes, como papas fritas, galletitas, dulces", explicó la especialista, quien ahondó: "La forma en que los colocan también es clave; las marcas pagan más dinero por exhibir sus productos bien arriba y en las esquinas".
Los supermercados hacen estudios para analizar cómo el comprador va a dirigir su mirada para allí colocar los alimentos más adictivos
Según ella, "los supermercados hacen estudios para analizar cómo el comprador va a dirigir su mirada y a dónde irá primero, para allí colocar los alimentos más adictivos".
Tras asegurar que estas estrategias son algunas de las responsables de los "altísimos niveles de obesidad infantil en la Argentina por debajo de los cinco años", Rodríguez Zía enfatizó: "En el país hay muy poca diversidad de fruta y verdura y los supermercados tienen aun menos; además la verdulería de los supermercados requiere que los alimentos permanezcan más tiempo freezados porque necesitan almacenarlos".
En la misma línea remarcó que encontrar frutos secos es una misión "de espionajes" y que en algunos hipermercados no se consiguen.
Para la especialista, "una forma de cambiar la alimentación y cuidar la salud sería reducir el consumo de harinas e incrementar el de legumbres", a lo que marcó: "Las lentejas, los porotos, las arvejas y los garbanzos también hay que buscarlos casi con lupa".
"El cerebro tiene lugares donde la recompensa y el placer son indispensables para todos. En esto se basa la industria de los alimentos y el neuromarketing –explicó Rodríguez Zía-. Desde el punto de vista bioquímico se sabe que el mediador es la dopamina y hay muchas cosas que colaboran a elevar los niveles de dopamina".
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