La industria automotriz camina lento hacia un futuro sustentable. Sus creaciones se han transformado en una escala de medida del compromiso mundial por reducir la emisión de gases de efecto invernadero. Así como los vehículos van incursionando en mecánicas alternativas de propulsión, los premios que alientan estas conductas ecológicas también se multiplican. En el Salón de Nueva York, el Toyota Mirai recibió la distinción del "Auto Verde del año", un galardón que entrega hace entrega desde 2004 el "World Car Awards", un organismo internacional creado por motivación de un congreso de periodistas del mundo del motor.
"El coche del futuro", lo bautizaron sus fabricantes. Algo que queda evidenciado al traducir la palabra "mirai": significa futuro en japonés. El modelo ganador se motoriza a partir de un sistema de celdas de combustible de Toyota (llamado Toyota Fuel Cell System) que la firma nipona impuso por primera vez en el mercado con una producción en serie. El vehículo cuenta con esta innovación de celdas de combustible más una tecnología híbrida, además de los depósitos de hidrógeno a alta presión patentados por Toyota. Desde el punto de vista energético, es más eficiente en comparación a los los motores de combustión interna y tiene cero emisión de gases contaminantes.
El Toyota Mirai promete una autonomía máxima de 500 kilómetros con sólo un depósito de hidrógeno. La compañía entiende que el futuro de los autos ecológicos no es la electricidad sino el hidrógeno, y esta creación afronta tal desafío. El hidrógeno como combustible es una de las fuentes de energía más nobles y abundantes que se puede generar a partir de una amplia gama de recursos naturales y subrecursos generados por el hombre. Ejemplos impactantes demostraron que se puede alimentar de agua, de estiércol vacuno, de energías renovables como la solar y la eólica.
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