Con ese norte Familia Zuccardi inauguró una planta en Paraje Altamira con una inversión de USD 15 millones, luego de tres años de construcción a 130 kilómetros al sudeste de la ciudad de Mendoza.
"Esta bodega es el resultado de la visión de Sebastián Zuccardi, tercera generación de su familia dedicada a la actividad vitivinícola, cuando en 2009 creó un sector de Investigación & Desarrollo y se puso al frente de un equipo de jóvenes agrónomos y enólogos que se dedicaron a estudiar e investigar en profundidad diferentes aspectos relacionados con el terroir, el cultivo y la elaboración", dijo ante más de 450 invitados de toda la cadena de valor, incluidos 20 representantes del resto del mundo y la prensa especializada y general, José Alberto Zuccardi, orgulloso padre y sucesor de Alberto (Tito, para la industria).
Como consecuencia del trabajo realizado en I + D, Sebastián decidió enfocarse en la producción de vinos de terroir en el Valle de Uco, con la "búsqueda no tanto de buscar vinos perfectos, sino vinos que expresen el lugar, la región, que constituya una extensión del viñedo, ya que todo el trabajo de separación de tipos de suelo que venimos realizando desde hace algunos años tiene continuidad en su interior", dijo en diálogo con Infobae.
Se trata de un concepto que también persiguen más de una decena de las principales bodegas del país desde hace más de una década, primero de modo tímido, pero últimamente de modo más intensa, "en particular desde ahora en que con un tipo de cambio libre y sin retenciones mejora la perspectiva de rentabilidad de la industria", agregó José Alberto Zuccardi.
La Bodega se construyó en tres años con una inversión de USD 15 millones
"El 2016 será un año complejo, porque en el segmento de consumo masivo, al cual van destinado la mitad de nuestros vinos, recibirá entre 30 y 35% menos uvas para vinificar por el exceso de lluvias, mientras que el mercado de exportación se mantiene muy competitivo, aunque ahora la producción nacional cuenta con un tipo de cambio realista y sin retenciones, permite mejorar la rentabilidad", dijo el empresario.
Características de la planta en el Paraje Altamira
La bodega cuenta con vasijas y sectores de crianza en piletas de hormigón, barricas y foudres, que le permiten alcanzar una capacidad total de 970.000 litros, aunque la producción anual está proyectada inicialmente en 600.000 litros por año, en la parte más alta del cono aluvial del río Tunuyán, a 1.100 metros sobre el nivel del mar, con un criterio sustentable y con mínimo uso de pesticidas.
Desde el punto de vista edilicio, la bodega está integrada a su entorno y construida con materiales del lugar: piedra de la Finca Piedra Infinita, agua y arena del Río Tunuyán. Las paredes son todas diferentes y tienen una curvatura en su parte superior que contribuye a su identificación con la Cordillera, marco natural que da identidad a los vinos.
Otra característica de esta construcción es su perfil sustentable: posee una gran luminosidad, durante las horas del día no hace falta utilizar luz artificial gracias a la presencia de ventanales y lucernarias.
"La bodega posee un área exclusivamente destinada a Investigación y Desarrollo. La misma estará focalizada a trabajar sobre los puntos que mejoren la calidad del vino, en bodega y viñedo, y en aspectos fundamentales como la investigación de nuevas zonas, el desarrollo de variedades no tradicionales en Argentina y el estudio sobre el manejo del riego, recurso escaso y limitante en la zona, entre otros", resalta Sebastián Zuccardi.