Brasil: el opositor Aécio Neves descartó participar en un gobierno de transición

El ex candidato presidencial y líder del PSDB señaló que su partido apuntará a ganar las elecciones de 2018. Ante el alejamiento del PMDB del oficialismo, había sentenciado: "El Gobierno está acabado"

AFP 163

El jefe opositor brasileño, el socialdemócrata Aécio Neves, descartó el viernes una "participación activa" de su partido, el PSDB, en un gobierno de transición en caso de destitución de la presidente Dilma Rousseff.

"El PMDB no está interesado en entrar en un gobierno en marcha. Tenemos un proyecto que estuvo a punto de conducirnos a la victoria en las últimas elecciones y lo vamos a renovar para 2018", aseguró en una entrevista con el diario portugués Diario de Noticias.

Aécio Neves, el líder del Partido Socialdemócrata del ex presidente Fernando Henrique Cardoso, se reunió la semana pesada con el vicepresidente Michel Temer, patrón del partido centrista PMDB, que debería sustituir a la jefa de Estado hasta las elecciones generales de 2018 si es destituida.

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"Estimo que Brasil está listo para acoger un gobierno de personas notables, formado por las mejores personalidades del país", añadió Neves, que participó en Lisboa en un coloquio de derecho constitucional al que asistían también otros opositores.

Michel Temer, cuyo partido abandonó el martes la coalición de izquierdas de Dilma Rousseff, "tendrá ciertamente dificultades" si ocupa su cargo, como lo prevé la Constitución, aunque en todo caso podrá conducir el país "a un futuro diferente", dijo Neves.

"El gobierno de Dilma Rousseff está acabado", había afirmado el jefe opositor el martes ante la prensa.

Por el parte, el Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil aprobó el jueves una medida cautelar que le quita la investigación sobre el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva al magistrado de primera instancia Sergio Moro, a cargo del caso Petrobras.

Reuters 163

Moro fue quien ordenó que Lula fuera llevado por la fuerza a declarar ante la policía y luego divulgó una polémica escucha telefónica entre el ex presidente y su sucesora, Dilma Rousseff, interpretada como una prueba de que su designación para un cargo ministerial buscaba blindarlo –con fueros– de la Justicia.

La decisión se fundamentó, justamente, en esas escuchas que fueron divulgadas por el juez el mismo día que la mandataria nombró a Lula jefe de Gabinete.