La imagen era inédita e impactante: Hugo Moyano, Antonio Caló, Luis Barrionuevo, Hugo Yasky y Pablo Micheli –referentes del sindicalismo nacional- compartían una misma mesa y estaban codo a codo con Sergio Massa, Héctor Recalde, Axel Kicillof, Diego Bossio, Margarita Stolbizer y Hermes Binner. Todos los gremios y la oposición unidos, como nunca antes...
"¿Está el jefe de bloque de Cambiemos?", preguntó Moyano mientras echaba un vistazo a un salón abarrotado de legisladores y periodistas. La respuesta negativa fue el pie que necesitaba para clavar con precisión quirúrgica un filoso puñal: "Yo creí que era el más interesado en participar de la reunión. Bueno, lo lamentamos". br/
La ausencia del macrismo molestó y mucho a los referentes gremiales. Y el líder de la CGT Azopardo lo remarcó: "Me parece un error de estrategia política que no hayan venido. Hoy están con el tema de los buitres, pero hay que ver si en otra votación consiguen el apoyo que necesitan...", advirtió antes de poner el foco en la problemática de los despidos.
El crecimiento del desempleo –disparado por los despidos en el sector estatal- se convirtió en el tema central de un cónclave que el massismo pergeñó para impulsar la modificación de las escalas del Impuesto a las Ganancias. "Eso es importante, pero si la gente se queda sin trabajo, no hay salario para realizar descuentos...", explicó Recalde con un toque de simpleza y sensatez.
El slogan que estaba fijado en los Led del Salón Delia Parodi, "el salario no es ganancia", se diluyó porque los líderes sindicales remarcaban una y otra vez la necesidad de avanzar con una ley de doble indemnización o directamente que suspenda los despidos. "No nos gustaría tener que salir a la calle, porque cuando los trabajadores salimos, no sabemos cuándo volvemos...", avisó Barrionuevo. "Si hay que salir a la calle, no vamos a dudar. Si no hay propuesta, hay protesta", prometió Micheli.
Envalentonado, Caló dibujó números en el aire: "Yo estuve haciendo las cuentas y acá, entre todos los bloques, tenemos 150 votos para avanzar con las leyes". El entusiasmo tenía que ver con que la oposición se comprometió a realizar una sesión especial para avanzar con el tema Ganancias –fundamentalmente-, y tal vez con la declaración de la "emergencia ocupacional" para ponerle freno absoluto a los despidos, el 82% móvil y la universalización de las asignaciones familiares, entre otras cuestiones que el gremialismo marcó como prioritarias.
Sobre el final de una reunión que duró casi tres horas, Massa le lanzó otro dardo al macrismo: "No podemos seguir en un país en el que la agenda la ocupen los temas de los empresarios". El líder del Frente Renovador supo quitar del centro de la escena al kirchnerismo (Recalde, Kicillof y Carlos Kunkel se fueron antes del final) y se quedó con la bandera de este reclamo de la oposición y de las centrales obreras.
"Si yo fuera parte del macrismo, estaría preocupado por esta muestra de unidad de la oposición y los gremios. Es una imagen fuerte", le resumió a Infobae un dirigente del Bloque Justicialista. Lo que queda por ver es si fue el fin de la luna de miel con el gobierno nacional, o apenas una foto a la que el massismo supo sacarle el jugo...