La dictadura comunista de China, un país donde internet ya está desde hace varios años muy censurado, prepara una reforma legal que podría aumentar aún más el control estatal sobre este canal de comunicación y hace temer incluso un corte y aislamiento total de la red china con la del resto del mundo.
Un borrador de esta reforma fue publicado el viernes pasado por el Ministerio de Industria y Tecnología de la Información (MIIT) para recoger opiniones y sugerencias durante un mes, aunque más bien ha generado dudas y críticas, por ese miedo a que cause la "desconexión" definitiva de internet en China.
La regulación, que los ciudadanos chinos pueden comentar hasta el 25 de abril (no abiertamente sino a través de fax, correo electrónico o carta), contempla multas de entre 1.500 y 4.500 dólares a los infractores.
El proyecto de regulación estipula que todos los dominios de internet que operen en el gigante asiático deben estar registrados dentro del territorio chino, lo que en teoría supondría que los alojados fuera de China dejarían de ser legales y podrían ser bloqueados.
Ese bloqueo en China ya lo sufren algunas de las páginas web más populares del mundo, como Google, Facebook, Twitter o YouTube, pero no es una práctica generalizada aún, aunque la nueva regulación hace presumir que en un futuro sí lo será.
Frente a estos temores, que han sido aireados incluso por internautas chinos en las redes sociales, responsables del MIIT respondieron este miércoles que "las webs de instituciones gubernamentales como la Casa Blanca o las Naciones Unidas aún serán accesibles desde China".
Más miedo
Esa afirmación, lejos de tranquilizar, aumenta los temores, porque parece dar a entender que sólo las webs oficiales o gubernamentales escaparían de la nueva regulación.
El bloguero experto en tecnología Long Weilian advirtió además, en declaraciones al diario ThePaper, de que grandes firmas chinas como Taobao (el "eBay chino") o Baidu, el buscador más usado en el país, tienen servidores fuera y se podrían ver igualmente afectados.
Algunas de ellas se alojan fuera de la nación para aumentar la seguridad, ya que los dominios en China suelen ser más propensos a ataques de piratas informáticos, por lo que Long predice un mayor peligro de hackeos con la nueva regulación.
Sin embargo, no todos son tan pesimistas y hay quien piensa que sólo las páginas web cuyos servidores están ya alojados en China se verían afectados, lo que quizá no causaría la temida "desconexión" entre la red china y la mundial, si bien aumentaría el control de las autoridades y la a href="https://www.infobae.com/" rel="noopener noreferrer" censura/a sobre todas las webs nacionales.
Las fuentes del sector tecnológico chino que fueron consultadas pidieron no exagerar posibles consecuencias y vaticinaron que la regulación afectará, sobre todo, a las firmas chinas, aunque eso sí, con miras a acrecentar aún más su vigilancia.
Agrava el escenario
Sea como fuere, el plan regulador es una vuelta de tuerca más en el ya muy estricto control de los contenidos de internet en China, en un momento en el que el país, según activistas de derechos humanos y de defensa de la libre expresión, vive la peor represión de libertades desde la década del 90.
Esta campaña, que ha incluido detenciones irregulares y confesiones forzadas por televisión de libreros, activistas de derechos humanos o periodistas, también se está notando en internet, que todavía es una de las principales vías para el disenso público en el gigante asiático, aunque cada vez en menor medida.
Por ejemplo, desde marzo está vigente una normativa que les prohíbe a las empresas extranjeras publicar directamente sus contenidos en la red en China, ya que requiere una aprobación previa de la Administración Estatal de Prensa, Publicaciones, Radio y Televisión.
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