Al fin y al cabo, se trata de poder de fuego, no importa cuánto. En el marco del plan Santa Fe Segura del Ministerio de Seguridad provincial, dos jóvenes de 18 y 22 años se dieron a la fuga rápidamente en el auto al ver un control policial en la zona oeste del Gran Rosario ayer por la tarde sobre el pasaje Tesla al 200.
No tuvieron más opción que frenar ante la persecución y abrir el baúl. Lo que apareció fue por lo menos excesivo, según información de la causa a la que accedió Infobae, un arsenal de neto origen militar: dos granadas antitanque para fusiles FAL, una granada antitanque para lanzacohetes, un rifle de asalto calibre .308 con mira telescópica comúnmente empleado por francotiradores, dos pistolas y decenas de municiones. Ambos jóvenes quedaron detenidos automáticamente; uno de ellos tendría un pedido de captura.
¿Cuál era el fin de todo este arsenal? ¿Qué hacían jóvenes de apenas 18 y 22 con granadas antitanque? Para las autoridades provinciales, la sospecha es una: atacar blindados. El armamento capturado tiene la capacidad de perforar y hasta voltear camiones de caudales. Tampoco se descarta que el objetivo sea la reventa en el mercado negro. Una inspección cercana determinó el origen de una de las granadas, lo que levantó más sospechas en las fuerzas de seguridad santafesinas: la fábrica de Fray Luis Beltrán, a pocos metros del Batallón de Arsenales 603.
A mediados de este mes, un allanamiento a presuntos narcos en Villa Gobernador Gálvez, cerca de Rosario, arrojó dos detenidos y un lote prolijamente dispuesto en cajas. Había dos granadas lacrimógenas, municiones para FAL y calibre .9 mm. Cada caja tenía la inscripción "Fabricaciones Militares Fray Luis Beltrán".
El rastro se volvía cada vez más preocupante. El Ministerio de Defensa bajo Julio Martínez ordenó una extensa auditoría de la planta del complejo de Fabricaciones Militares arrojó un faltante de más de 9 millones de fulminantes de municiones .9 mm. y 1,7 millones de fulminantes para cargas de FAL, según reveló Clarín. También, no se habían registrado más de 750 mil proyectiles, también para fusiles FAL. En la lista, también hubo espoletas, granadas y cargas para lanzacohetes, tal como aparecieron en el baúl del Peugeot 306. En la lista de jefes de la fábrica, está su interventor bajo la administración de Cristina Kirchner, Santiago Rodríguez, militante camporista.