Vladimir Putin felicitó por teléfono al dictador Bashar Al Assad por la reconquista de Palmira, según anunció este domingo el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov.
En esa conversación telefónica, "Vladimir Putin felicitó a su homólogo por la liberación de la ciudad de Palmira, reconquistada por los militares sirios ante los terroristas, y subrayó la importancia de salvaguardar esta ciudad histórica, única para la cultura mundial", indicó Peskov, citado por la agencia de prensa Ria Novosti.
El ejército sirio, respaldado por Rusia, asestó este domingo una derrota al grupo Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) con la reconquista de Palmira, y prometió expulsar a los yihadistas de sus principales bastiones en Siria.
Es la victoria más importante del régimen frente a ISIS desde que en septiembre Rusia intervino en la guerra en defensa de su aliado Al Assad.
A las fuerzas prorrégimen sólo les queda expulsar al Estado Islámico de Al Alianiyé, a 60 km más al sur, para recuperar el control del desierto y avanzar hacia la frontera con Irak, controlada en parte por los yihadistas.
Al Assad calificó de "logro importante" la liberación de Palmira, una ciudad de más de dos mil años de antigüedad cuyas ruinas están clasificadas como patrimonio mundial de la Unesco.
Es "una nueva prueba de la eficacia de la estrategia del ejército sirio y de sus aliados en la guerra contra el terrorismo, en comparación con la falta de seriedad de la coalición liderada por Estados Unidos" contra el el grupo yihadista, apuntó.
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Los 20 días de combates se cobraron la vida de 400 yihadistas, el "peor balance para el EI en una sola batalla desde su aparición" en 2013, según el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH). También murieron 188 miembros de las fuerzas prorrégimen.
La televisión pública mostró imágenes del museo de Palmira en las que se ven cabezas de estatuas por el suelo y un cráter en el techo.
El ejército está desactivando las bombas y minas colocadas por los yihadistas en la ciudad.