Las ahora superadas barreras para girar divisas al exterior provocaron durante los últimos cuatro años de vigencia una sobre inversión de ganancias de las empresas de capital extranjero radicadas en el país de USD 29.343 millones, con una marca histórica en más de 20 años de USD 8.058 millones en 2015.
Antes del cepo cambiario que el gobierno de Cristina Kirchner impuso desde el 1 de noviembre de 2011 la inversión extranjera directa se originaba fundamentalmente en los aportes de fondos frescos de las casas matrices de las empresas de capitales foráneos radicadas en el país y pedidos de préstamos de ese origen; y excepcionalmente el ingreso de fondos para la compra de paquetes accionarios, denominado en la jerga de las cuentas internacionales "cambios de manos".
Por el contrario, la reinversión de utilidades fue muy pobre en la mayor parte de la serie histórica que acaba de difundir el Indec, a través de un trabajo de revisión de la Dirección Nacional de Cuentas Internacionales desde 1994. Entre ese origen y 2009 ese flujo so movió entre extremos de una salida de USD 3.300 millones en 2001 y un hundimiento en el mercado local de USD 3.100 millones en 2006.
Pero desde que se impuso el cepo cambiario que vedó el pago de dividendos y rentas a las casas matrices del exterior, las empresas y bancos de capitales de ese origen comenzaron a registrar un singular salto a un nuevo rango de más USD 7.000 millones, los cuales muy pocos se orientaron a fortalecer ampliación de la capacidad productiva y aumento de la competitividad de sus producciones con el resto mundo.
Cabe notar que el recurrente atraso cambiario que caracterizó a la política económica respecto de la dinámica que desde 2007 mantuvo el aumento promedio de los precios internos, más intensamente en los últimos cuatro años de gobierno, explica semejante salto "estadístico" de la reinversión de utilidades generadas en el mercado interno, porque cada vez más pesos, pero con menor poder de compra doméstica, se transformaron contablemente en mayores dólares, al tipo oficial, el cual llegó a acumular una brecha de más de 70% respecto del cambio libre, o dólar bursátil.
El nivel de reinversión de utilidades está inflado por el "atraso cambiario"
La presencia de cepos, no sólo para girar utilidades y comprar dólares para ahorro, sino también para importar insumos esenciales para la producción y modernización productiva, para "proteger las reservas del Banco Central", se argumentaba habitualmente, como para cancelar préstamos comerciales; junto a controles de precios y de tarifas, forzaron las inversiones en modernización de oficinas corporativas y negocios inmobiliarios, y desalentaron los emprendimientos productivos en una economía que se caracterizó por el "estancamiento con inflación".
De ahí que los aportes de capital, básicamente concentrados en negocios vinculados con el sector energético, tuvieran un movimiento errático con un mínimo en 15 años en 2015 de USD 1.381 millones, aunque luego de un pico de USD 4.952 millones el año anterior, levemente por debajo del récord en 20 años de USD 5.215 millones que se anotó en 2012.