"Si vos me preguntás cuál era mi relación con Néstor, hoy sí lo voy a blanquear: yo fui la amante de Néstor durante 10 años. Esto lo sabe Cristina, lo sabe todo el gabinete desde Santa Cruz". Habían pasado muchos minutos desde que Mariana Fabbiani presentó a Miriam Quiroga, la ex secretaria de Néstor Kirchner, como invitada a su programa de El Trece. Ella sabía lo que iba a generar sus dichos. Y lo hizo. La confesión sobre una supuesta relación con el ex Presidente antes de su muerte en octubre de 2010, impactó con fuerza en las redes y hasta fue tema de conversación de las comidillas políticas.
El nombre de Miriam Quiroga se hizo conocido por todos luego de que en 2013 Jorge Lanata emitiera una nota con ella en la que hablaba sobre la denominada "ruta del dinero K". Habló de que vio bolsos en la Casa Rosada y que supuestamente estaban llenos de plata. Dio nombres, lugares, fechas y versiones que terminaron en la Justicia. Finalmente, un juez analizó sus dichos y mandó a archivo todas sus palabras.
Sin embargo, quedó flotando una sospecha que ella no despejó, pero tampoco confirmó. Se habló entonces de una persona de muy estrecha relación con Néstor Kirchner. Este lunes, habló de nuevo y despejó, sin medias tintas, cualquier interrogante.
Con la vuelta de la investigación a las primeras planas, reapareció. "Mi relación duró hasta la muerte. Todos sabían. Por eso me 'respetaban' entre comillas y se bancaban la idea de que yo estuviera tan cerca y fuera, de alguna manera, los ojos de él frente al resto de los funcionarios", dijo frente a cámara e insistió en la idea de que la ex Presidente sabía qué era lo que pasaba entre ellos: "(Cristina Kirchner) tuvo que soportarme durante muchos años. Había cierto respeto entre nosotras. ¿Cómo se relacionaban entre ellos? Políticamente. Eran dos opuestos que supieron llevar adelante una carrera política impresionante, desde Santa Cruz a la Nación. Creo que él tenía respeto y cariño por Cristina porque era su gran soporte.".
Quiroga aseguró que el ex Presidente cambió durante los años que estuvo a su lado. Pasó de captar su atención por sus ideales y su intención de achicar la brecha, de eliminar la exclusión social a obsesionarse con el poder: "La obsesión por el dinero y el poder fue creciendo y le hizo perder el objetivo, la meta", explicó. Respecto a las denuncias que se hacen sobre el manejo de fondos público, la ex secretaria de Néstor Kirchner expresó que no sabía sobre eso y que "nunca" se le ocurrió preguntar: "No sabía y tampoco quería saber. Hablábamos de lo que teníamos que hablar. Una pareja en la intimidad no se pone a hablar de corrupción o negociados. Néstor era una persona que amaba la política y que la política era una herramienta para conseguir poder y dinero".
Tras la muerte del líder del Frente para la Victoria, en enero de 2011 Quiroga fue despedida. Tenía el cargo de Directora de Documentación Presidencial y su despacho estaba frente al que usaba Néstor. El que le comunicó que no iba a trabajar más: "Me lo comunica Oscar Parrilli. Estaba gozoso porque era el que más me resistía. Tenía mucho celo, mucho odio. O sea que estaba feliz. Era el mismo odio que tenía de parte de Carlos Zannini". Ese día, ella decidió hablar con Cristina Kirchner. Aunque a su oficina entraba directamente, decidió que tenía que ser de la forma más protocolar. Se anunció con el secretario del Edecán y le pidió que le avisen al secretario personal de la entonces Presidente. Esperó mucho tiempo hasta que salió otra persona y le dijeron: "La Presidente no te va a recibir. Tenés que manejarte con Parrilli que tiene todas las instrucciones".
"Fue muy fuerte su muerte", acotó ante una pregunta: "Antes de que viajara a El Calafate, me llamó a Olivos y conversé con él. Estaba con ganas y entusiasmado. Me bajó línea 'empezá a reunir a los compañeros, a armar equipos. Salimos en campaña'. Yo le pregunté quién iba a ser el candidato y me dijo: 'Yo'. 'Vamos a trabajar todos con más ensuasmo', le respondí.[...] Fui a Río Gallegos y estuve ahí por entrar a la capilla donde estaba el cuerpo. En ese momento dejé pasar a dos artistas porque pensé 'no, no tengo que entrar' donde estaban Cristina y sus hijos. Obviamente después estuve en Casa Rosada, pero tampoco toleré estar mucho tiempo".