La vorágine de un día laboral puede llevar a que algunas comidas del día deban tener una preparación rápida y sencilla. El delivery es práctico, sí, pero la economía -en muchos casos- no permite darse lujos demasiado grandilocuentes. Y muchas veces, los alimentos congelados son la mejor opción para salir del paso. Desde verduras y vegetales hasta milanesas ya preparadas que sólo necesitan cocción.
Pero adoptar este tipo de rutinas tiene que generar interrogantes y con ellos, respuestas específicas. Desde lo sano que pueda ser para darle a un chico hasta la conservación de las propiedades nutritivas o el miedo a que ese producto, a pesar de esta frío, no esté fresco. Y claro, los precios, que son una variable más que fundamental.
div class="embed_cont type_freetext" id="embed87_wrap" rel="freetext">