En su última aparición pública a mediados de febrero último en la televisión boliviana, Walter Chávez Sánchez tuvo un poco de sentido del humor para consigo mismo. Histórico asesor del presidente Evo Morales y uno de sus más polémicos, Chávez fue el estratega electoral del MAS. Sentado en televisión, se definió a sí mismo como "un conspirador desocupado". Distanciado de Morales tras una pelea amarga, negó cercanías con el Presidente, entre otros dichos.
Nacido en Perú, periodista de profesión, ex editor de Le Monde Diplomatique, jamás había ocultado su participación en el Movimiento Revolucionario Tupac Amaru como financista del grupo guerrillero. El gobierno de su país ya había pedido por él en 2007: Chávez Sánchez ya era un importante asesor de Evo y vivía en Bolivia bajo asilo político. Poco después de su última aparición mediática, Chávez Sánchez partió a la Argentina. Venir al país fue, básicamente, la jugada que selló su suerte.
Ayer por la tarde, el ex asesor estrella del gobierno boliviano cayó preso en Salta capital, capturado por la Delegación provincial de la Policía Federal en un domicilio de la avenida Sarmiento al 500. El cargo: terrorismo, bajo un pedido de captura cursado por Perú a Interpol, de acuerdo a información policial a la que accedió Infobae.
En el lugar, los efectivos policiales se encontraron con una sorpresa: la presencia de Mauro Sabbadini, secretario de Gobierno de la capital salteña. Allí, Sabbadini le aclaró a los efectivos que Chávez Sánchez había comenzado a sentirse perseguido tras sus diferencias con Evo y su entorno. Que el presidente boliviano haya perdido su reciente plebiscito de reeleción incrementó las tensiones; el ex asesor incluso recibió amenazas dirigidas a su familia, según su propio relato.
Chávez Sánchez cruzó la frontera hace 25 días, afirmó el funcionario desde la zona boliviana de Tarija y con apoyo de opositores a Morales. Lo hizo de forma ilegal, a través del paso de Bermejo-Aguas Blancas. Información de la causa indica que Chávez ya estaría gestionando su asilo en el país.
Quedó a disposición del Juzgado Federal Nº2 de Salta, que ejecutó la orden de Interpol.