A pesar de las restricciones que se aplicaron en los últimos años en pos de limitar el consumo de tabaco, y de todas las advertencias y esfuerzos puestos para evitar este flagelo, un porcentaje importante de personas siguen fumando. Y se incrementa el número de mujeres que de un tiempo a esta parte adoptan el hábito.
La razón es bastante simple: se trata de una droga altamente adictiva, relativamente barata, y socialmente aceptada. A esto se suma el hecho de que la detoxificación no es sencilla, ya que el hábito se relaciona con actividades cotidianas: después de las comidas, con un café o en una reunión.
En la actualidad, 5 millones de muertes al año son debidas directamente al tabaco, y éste es responsable de uno de cada 10 muertes en adultos, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Y se estima que en los Estados Unidos el 10,3% de las mujeres fuma en el tercer trimestre del embarazo.
"No es necesario detallar las patologías que origina el consumo de cigarrillo, las cuales son ampliamente conocidas (cáncer de pulmón y vejiga, patologías cardiovasculares, enfisema, etc). Sobre esto se ha hablado mucho. Pero sí es importante conocer que el cigarrillo tiene otras implicancias que van más allá de las patologías más reconocidas, y una de ellas es su efecto sobre la fertilidad", destacó el doctor Fernando Beltramone (MP 22.205 - ME: 9.064), especialista en Ginecología y Obstetricia.
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