El planeta precisa de energías renovables. Los recursos naturales se agotan gradualmente anunciando tiempos de cambio con la búsqueda de energías sustentables, virtualmente inagotables, cíclicas, regenerativas, ecológicas. Se van propagando lentamente políticas responsables que recogieron la necesidad de descubrir un nuevo paradigma del medioambientalismo. Alemania, China, Estados Unidos e India son los cuatros países que dominan el mercado de una energía alternativa: la energía eólica.
Aerogeneradores o "molinos de viento" distribuidos logísticamente en suelo o agua generan electricidad a partir del movimiento de sus aspas. La energía eólica se favorece de la fuerza del viento mediante la función de estas estructuras de tamaño variable que transforman la energía cinética en energía mecánica.
Argentina dispone de un territorio proclive, un auténtico tesoro eólico. Cerca del 70% de la superficie natural, sobremanera en la Patagonia, ofrece condiciones óptimas para aprovechar y generar energía eoloeléctrica de forma limpia. La región sur del continente cuenta con importantes corrientes de aire y goza de tres variables simultáneas para provocar esta energía renovable: dirección, constancia y velocidad del viento. La ley Nº 25.019 de "Régimen Nacional de Energía Eólica y Solar" garantiza respaldo jurídico para favorecer las inversiones en tecnología para energía eólica. En línea a estas directivas, China, la mayor nación que emplea estas fuerzas renovables, anunció inversiones millonarias demostrando cuán útil puede significar el suelo argentina en la proliferación de estos recursos ecológicos.
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